"Nos hacen salir por un ventanal de 30 centímetros a la calle", fueron algunas de las palabras de la joven afectada.
Durante la jornada de este jueves, una joven identificada como Natalia de 23 años, acusó haber vivido "un trato denigrante" tras ser declarada como caso sospechoso de coronavirus.
Todo ocurrió cuando la joven asistió al Cesfam Dr. Hernán Alessandri de Providencia, donde llegó a eso de las 13:30. "Queríamos vacunarnos por la influenza. Yo estaba resfriada, tenía mucho dolor de cabeza, tos, dolor de pecho, garganta, estornudos y escalofríos, pero sin fiebre", partió diciendo Natalia, en sus redes sociales.
"Me dirigí al Cesfam y al preguntar la secretaria nos dijo que teníamos que tener una evaluación médica para saber si nos podíamos vacunar, esperamos una hora y media para esta evaluación médica y el doctor al evaluarnos nos empezó a preguntar datos generales", sostuvo.
Sin embargo, todo cambió cuando el médico a cargo le preguntó dónde estuvo de vacaciones. Al señalarle que recorrió la carretera austral, y específicamente Caleta Tortel, el médico, según señaló, se puso nervioso.
"Se activa el protocolo, me hacen cruzar por la sala de espera del Cesfam junto a mi mamá. El doctor, con su kit de emergencia y una enfermera nos preguntaba datos, ella hablaba por teléfono. Nosotras no entendíamos nada y nos dicen que se están comunicando con la seremi de Salud para notificar el caso de sospecha", contó.
"Nos llevan a la sala de kinesiología, nos vuelven a evaluar y la enfermera, que nunca se presentó, dejó la puerta abierta para mirar el procedimiento y todos miraban hacia adentro", detalló.
Agregó que después de eso, "cierran la puerta, la enfermera se va por atrás y nos hacen salir por un ventanal de 30 centímetros a la calle".
Ante esto, Natalia le decía al personal que se encontraba con ella que se sentía "súper discriminada", sin embargo, nadie le respondía. "Se alejaban de nosotras, nos hicieron subir a una ambulancia y nos dijeron que nos íbamos al Hospital del Salvador a hacer el examen, pero teníamos que esperar cinco horas", señaló.
Finalmente a eso de 3:30 cuando nos le señalaron a la joven que podíamos irnos, sin embargo, se fijaron que los documentos del hospital estaban "todos mal registrados con mi nombre".