En la Armada suena el filo de la guillotina. Luego del incidente entre el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) y la Onemi por la confusa alerta de tsunami, varias cabezas podrían rodar por las calles de Valparaíso.
El primer ajusticiamiento simbólico lo protagonizó el director del SHOA, el capitán de navío Mariano Rojas Bustos. Según informó la institución, el comandante en Jefe de la Armada, almirante Edmundo González, resolvió realizar una investigación para cachar, entre otras cosas, la responsabilidad, asesoría y desempeño técnico de los funcionarios del SHOA, ante el guaracazo que mandó la Pachamama.
Luego de que medio Chilito captara la descoordinación y el titubeo de las instituciones, que pasaron la terremoteada madrugada del sábado entre telefonazos y faxes (ver recuadro), la confianza de la gente se fue literalmente a la punta del cerro; nadie se atreve a bajar por miedo a un posible tsunami.
Por lo mismo, mientras se realiza la investigación a cargo de un fiscal, el dire del SHOA fue relevado del cargo y será "reemplazado" por el capo capitán de navío Patricio Carrasco Hellwig, para recuperar la confianza de los afectados.
El ministro de Defensa, Francisco Vidal, dijo a Radio Cooperativa que "los errores están para solucionarlos. Para que no se repitan. Esta es una decisión institucional y la encuentro acertada. Cuando él (comandante en Jefe) me informó, yo lo respaldé".
