Una lesión en el sóleo de la pierna izquierda tiene en la cuerda floja a Pedro Pablo Hernández.
El Tucu, quien viene siendo titular en el Celta de Vigo, aparecía como una carta fija en el mediocampo de la Roja tras la marginación de Marcelo Díaz y la lesión de Charles Aránguiz, dos que eran habituales en el once inicial de Pizzi y que ahora no estarán.
Por lo mismo, el cuerpo técnico del equipo nacional lo recibió con los brazos abiertos en Juan Pinto Durán, donde le harán las evaluaciones pertinentes para saber si podría llegar aunque sea al partido ante Brasil en Sao Paulo. "A Chile voy a viajar igual y creo que puedo jugar", dijo el mediocampista cuando supo que debía guardar reposo por dos semanas.
"Estamos en una situación en la que no podemos perder ningún punto. Ganar de local a Ecuador va a ser muy importante porque después tenemos un partido muy difícil contra Brasil que nos va a meter o dejar fuera del Mundial", reconoció el chileno nacido al otro lado de la cordillera con agencia EFE.
Complejo
Lo más difícil de todo para el volante es que él junto a sus compañeros están conscientes de que quizás sea la última chance de poder ir a un Mundial, por lo que se la van a jugar con todo.
"Seremos o serán pocos los que tendremos otra oportunidad de estar en un Mundial y tenemos que aprovecharlo. Este equipo se merece estar en el Mundial, luchar con los más grandes como siempre hemos hecho", analizó Hernández, quien ve terrible difícil timbrar los boletos en Brasil.
"La clasificación está difícil, el grupo sudamericano está más igualado y apretado que nunca y no podemos regalar más puntos. Sería un golpe duro porque creo que tenemos una generación de futbolistas que le ha dado mucho al país", la cerró.