Desconocidos entraron y salieron del inmueble en más de una ocasión. El supuesto llamado del ministro Jackson y las charlas por WhatsApp fueron clave para cometer el ilícito.
“Aló, habla el ministro Giorgio Jackson. Tuve un accidente en San Bernardo, pero no le digan a nadie”.
Con este mensaje comenzó el robo que remece al mundo político y que terminó con la sustracción de 23 notebooks desde una oficina del ministerio de Desarrollo Social.
A todas luces, se trata de un ilícito planificado y concertado por distintas personas, quienes habrían engañado a los guardias, ingresado al inmueble y sustraído una serie de elementos que, eventualmente, podrían contener información relevante.
Según detalló La Tercera PM, los encargados de la seguridad dialogaron vía WhatsApp con el supuesto ministro Jackson.
Luego de recibir instrucciones, los trabajadores se dispusieron a hacer entrega de los computadores a un “sobrino” del secretario de Estado.
Minutos más tarde, el “familiar” de Jackson llegó acompañado de tres personas que vestían overoles blancos y mascarillas. Una vez concretada la misión, reingresaron al inmueble para revisar el quinto piso. Es ahí cuando el teléfono vuelve a sonar y, otra vez, era el supuesto Giorgio Jackson dando instrucciones.
“El guardia recibe un segundo llamado por esta persona, quien se identifica nuevamente como el ministro Jackson, y le señala que las mismas personas asistirán al ministerio y efectuarían una fumigación en el quinto piso y retirarían una caja fuerte”, explicó el comandante de Carabineros, Juan Barbosa.
Se trataba de una caja fuerte que operaba como una caja de seguridad, correspondiente a la tesorería del organismo ¿Qué había dentro? De acuerdo al citado medio, se traba de boletas de garantía de licitaciones y contratos de la cartera que hoy dirige Jackson.
Ya con el “botín” en sus manos, los delincuentes volvieron a salir del edificio, subieron a un auto marca Chevorlet, modelo Sonic, color gris, y huyeron del lugar.
Detalles de la investigación
Emanuel Ibaceta, vocero de la fiscalía Centro Norte, afirmó que “hay diligencias pendientes y ya decretadas por esta fiscalía para dar cuenta de cuál es la identidad de los autores” y que se está “tomando declaración a todas las personas que pudieron haberse visto involucradas en este hecho en la calidad que corresponde ahora como testigo”.
Por el momento, se desconoce si las cámaras de vigilancia registros el movimiento de los antisociales. De igual manera, los dispositivos ya están siendo periciados por la policía.