"Durante muchos años fue partidario de la secta" aseveró el canal de televisión alemán Deutsche Welle.
En un reportaje de poco más de cinco minutos, que fue estrenado la semana pasada, la estación televisiva alemana sacó a la pizarra al ministro de Justicia, Hernán Larraín, por el casi nulo avance en la investigación por violaciones de los Derechos Humanos (DDHH), perpetradas en las dependencias de Colonia Dignidad durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Pero no es todo y tampoco lo más grave, porque también asocia dicho retraso, a la cercanía que el secretario de gobierno tuvo con el enclave alemán ubicado en la Región del Maule: "fue partidario", asevera el reportaje.
Hernán Larraín: juez y parte
DW apunta a que el hoy responsable político de la causa "en los años '90 firmó una carta sobre la Colonia, en la que junto con personalidades del mundo civil y empresarial, expresaba su aprecio por el trabajo de la organización.
El politólogo Jan Stehle, quien ha realizado una intensiva investigación sobre colonia Dignidad, ve al ministro como un obstáculo para el esclarecimiento de los hechos: "Es muy importante para Larraín mantener este asunto con la mayor discreción posible y no hablar de él en púbico", declara.
El reportaje termina diciendo: "El ministro de Justicia Larraín no nos ha hecho ninguna declaración, pero si quisiera podría hacer algo por la investigación".
Colonia Dignidad: un oscuro capítulo de la historia
"Colonia Dignidad es un nombre cínico, pues fue el escenario de muchos crímenes. Aquí fueron torturadas y asesinada muchas personas. Son los años '70, Chile es gobernado por el General Augusto Pinochet, bajo su dictadura militar la oposición fue sistemáticamente perseguida. El líder de la secta, Paul Schäfer, colaboró con el régimen: agentes secuestraban a sus victimas y lo traían a la Colonia, allí los opositores al régimen eran asesinados. Todavía hoy los familiares de la victimas desconocen todo lo que pasó en el asentamiento alemán y exigen que se les aclare dónde fueron enterrados sus padres, hermanos y esposos. Quieren saber también quiénes estuvieron involucrados en los crímenes", comenta la nota firmada por M. Ebert y T Schneider.
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