El irascible exjefe de cocina de la Piccola Italia, que se hizo tristemente célebre tras la difusión de un video donde maltrataba a garzones del restaurante, pidió perdón a los trabajadores y a los dueños. David Plaza llevaba 16 años en la empresa, y su mujer, a la que conoció ahí, dijo que en la casa no es violento, pero bueno para el garabato.
El supervisor malas pulgas que fue grabado mientras maltrataba a los trabajadores del local de Paine hizo un mea culpa.
"Si a alguien le falté el respeto, se sintió menoscabado, mil disculpas, por algo estoy dando la cara (...) Me cortaron las manos, ya no tengo trabajo, ¿qué más quieren?", reflexionó Plaza en una entrevista al matinal Muy Buenos Días, de TVN.
El ahora ex trabajador del local de pastas detalló sobre su comportamiento que "no soy de esa manera, de repente me ofusco, pero voy a tratar de estar bien, hacer las cosas como corresponden (...) Yo no soy un jefe maltratador", dijo.
Agregó que su mayor preocupación radica en su círculo cercano. "Mis hijos no pueden ir al colegio, mi mamá está con depresión".
El "Tyson" también aprovechó de agradecer por los 16 años en los que trabajó en la empresa, y pidió disculpas a su jefatura por su conducta.
"Es una buena empresa, digan lo que digan. A lo mejor no tuve la educación que tuve que tener. A lo mejor, si hubiera tenido la educación que corresponde para estar ahí, no hubiera pasado esto, pero le doy gracias a Dios de que me dieron la oportunidad", lamentó.
Plaza ejercía como jefe de cocina, y a raíz de la viralizada publicación fue desvinculado de la Piccola.
Según trabajadores y excolaboradores del restaurante, "El Tyson" era un maltratador, pero que contaba con toda la confianza de los dueños, por lo que era amo y señor de las cocinas.
De acuerdo a algunos testimonios que recopiló La Cuarta el día que se destapó la olla, Plaza acostumbraba a reunir a los trabajadores durante la mañana en la denominada "fila".
Ahí se daban instrucciones para el trabajo del día, pero "se transformó en la oportunidad que tenía el Tyson para retar a los trabajadores o despedirlos frente a todos. Él como jefe de cocina tenía acceso a todas las sucursales y hacía las mismas dinámicas. Nadie reclamaba porque le tenían miedo a sus reacciones y a perder el trabajo", contó el exmesero de la sucursal en Paine, Yuri Contreras.
Según algunos trabajadores que lo denunciaron, Plaza era "mecha corta" y reaccionaba violentamente ante el más mínimo cuestionamiento o reclamo. No dudaba en despedir a quien le reclamaba por exceso de trabajo o retaba de mala forma a los garzones porque la comida no llegaba bien caliente a los comensales.
Ayer la única persona que le dio su apoyo fue su esposa. Dijo que lo conoció en la misma Piccola. Que llevan 15 años de casado y que jamás ha sido malo con ella ni con sus hijos. Sobre las agresiones verbales contra los trabajadores, dijo que siempre ha hablado con garabatos, y que la situación lo colapsó ese día.