Tyson se confesó drogadicto y "patas negras"

Si Mike Tyson aún está respirando sólo es gracias al Pulento. Eso, por cierto, queda reflejado en un documental exhibido en Cannes.

Ahí, el boxeador, ex campeón mundial de todos los pesos, contó que "he llevado una vida salvaje y de excesos". Agregó, como mirando para el lado un resto avergonzado, que "usé drogas, tuve altercados con gente peligrosa, me acosté con las esposas de tipos que querían matarme. Así que sólo estoy satisfecho de estar aquí... es un milagro".

Si contó lo que es su triste vida sólo lo hizo porque confió en el director de cine James Toback, y "porque no tenía otra cosa que hacer".

Señaló que se siente abrumado por el ambiente "Me siento vulnerable, porque, para ser honesto, no sé siquiera qué  estoy haciendo aquí".

La película muestra a Tyson cuando le robaron y le dieron una paliza siendo un niño gordito y se emociona al revivir su relación con su entrenador Cus D'Amato, ya fallecido, quien lo sacó de la miseria y lo llevó a ser aspirante al título. También reconoce muchos condoros, pero insiste en su inocencia en la violación de una reina de belleza de 18 años, por la que pagó tres años en la cárcel.

Describe su vida sexual y que "siempre he sido abusivo con las mujeres" y una dolorosa gonorrea que padeció durante una de sus peleas.

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