Tal vez si a la luchadora Justine Kish le hubieran dicho que terminaría churrete por la pelea, no lo habría creido.
Pero eso de terminar churete en la lona lo tomó literalmente, porque la luchadora no aguantó una lleve de sumisión que le aplicó Felice Herrig y como puso mucha fuerza al tratar de aguantar el dolor, que no pudo aguantar otra cosa y... ¡Paf!. Chocolate...
Pasada a cacuca
La gringa estaba métale métale, dominaba el encuentro y sólo restaban 2:54 minutos para el final, pero la rusa no aguantó y el árbitro terminó por parar la pelea porque ya a esa altura, la mocha tenía un olor raro.
La perdedora declaró en su Twitter entre talla y talla: "Soy una guerrera y nunca voy a abandonar #ShitHappens jaja volveré pronto". Algo así como las "cagadas pasan"
Mira el video de la mocha a continuación
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