El 1 de mayo de 2013 fue hallado en Perú el cuerpo sin vida de Ramón Castillo Gaete, conocido en nuestro país como "Antares de la Luz", líder de la secta de Colliguay.
El barbón, que por esos días era el hombre más buscado de Chile, se fondeó al interior de una antigua casona abandonada en calle Saphi, en la ciudad de Cusco en Perú y, al verse acorralado por la policía incaica, llenó una mochila con ladrillos, se la puso y, finalmente, se colgó de una viga.
El hecho horrorizó a los lugareños, quienes no podían creer en un nuevo hecho de violencia perpetrado al interior de la "casa embrujada", como ellos mismos la bautizaron, por un homicidio ocurrido hace más de 30 años.
tragedias
En Perú, el nombre de Ramón Castillo se popularizó y todo el mundo lo conocía. "Sabíamos que el 'brujo' vivía ahí y nos enteramos que se había comido a la guagua. Habían otros que decían que la había descuartizado", aseguró Yamil Mamani, artesano de la zona. Lo cierto, es que el recién nacido había sido quemado vivo.
En los últimos tres años, una serie de hechos violentos se registraron al interior del inmueble. De acuerdo a datos entregados por la Comisaría Sectorial de Cusco, hubo siete muertes. Todos se quitaron la vida.
El chileno es un ladrillo más de la 'casa embrujada'. Esta se encuentra maldita de antes que él se arrancara al Perú", soltó el veterano, quien aseguró que tras la muerte de "Antares" las puertas del inmueble fueron selladas para evitar el ingreso de morbosos.
PASO OBLIGADO
Los turistas que llegan a Cusco y pretenden subir a Machu Picchu deben pasar de forma obligada por la última morada de Ramón Castillo, que se encuentra justo a la salida de la ciudad, en dirección a la montaña. Si bien no se encuentra registrada como una parada en paseos turísticos, a muchos les llama la atención y buscan conocer tanto la historia del primer crimen como el del suicidio de Castillo. Algunos se hacen hasta selfies, incluso.
"Los gringos que llegan a la zona preguntan por la casa y quiénes murieron ahí. Siempre", lamentó el hombre, quien asegura que este tipo de hechos le hacen mala fama a la histórica ciudad perteneciente al imperio Inca.
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