Familiares de Claudio Figueroa describieron los detalles que les llevaron a sospechar del imputado. El cuerpo de la joven finalmente apareció durante el pasado fin de semana.
Impactantes antecedentes sobre el asesinato de Michelle Silva fueron entregados por la mamá y el hermano de Claudio Figueroa, quien confesó su autoría en el crimen de la joven de 20 años que se mantuvo desaparecida por más de un mes en San Felipe.
Junto con la estremecedora confesión del imputado, que hoy está en prisión preventiva y formalizado por femicidio, la Fiscalía accedió al relato de los familiares del sujeto. Sus sospechas sobre Figueroa pudieron resultar claves en su posterior entrega a la policía.
En su relato, el imputado aseguró haber asfixiado a Michelle hasta darle muerte, al interior de una pieza en su domicilio. Habían concertado un encuentro para la compra de drogas, aquella madrugada del sábado 6 de enero.
Un día después, la mañana del domingo, la familia de Figueroa notó algo muy extraño, tanto en el ambiente como en la actitud del hombre.
“Sentí el fuerte olor en toda la casa, como a podrido. Muy fuerte. De hecho mi pareja también sintió el olor, como si algo se hubiese descompuesto”, comentó el hermano de Claudio, en su declaración a la PDI, a la cual accedió BioBioChile.
Agregó que su madre también se percató y ella fue más directa: “Mi mamá se levantó y dijo ‘¿qué hizo este hueón que hay tan mal olor?’”.
Más tarde, el hermano vio que él salía con un bulto y le dijo que llevaba ropa. Al regresar, lo vio todo sudado, con la ropa mojada y con arañazos en las piernas. Claudio le inventó que lo habían intentado asaltar. Después se supo que había ido a lanzar el cuerpo de Michelle al Río Aconcagua.
La advertencia de la mamá
Varios días después y en medio de la búsqueda de Michelle, la mamá de Claudio atendió a funcionarios de la PDI que llegaron a su casa, pero se fueron sin más. Tras cerrar la puerta, la mujer fue uniendo cabos y encaró a su hijo.
Le preguntó directamente si tenía algo que ver con la desaparición de Michelle y él, alterado, contestó que no. Sin embargo, la madre, tras hablar con el hermano recordando aquel fin de semana, le hizo una advertencia: iría a la PDI a contarle todo lo que sabía.
Entonces, Claudio armó un bolso y se mandó a cambiar, recriminando a la mamá porque lo “sapearía”. La mujer cumplió y un par de días después, su hijo regresó, se entregó y confesó.
Pese a que el imputado entregó detalles sobre el lugar donde lo arrojó, el cuerpo de Michelle Silva tardó varias semanas en ser encontrado. Finalmente su hallazgo se confirmó este 12 de febrero.
LEE MÁS EN LA CUARTA
- “Volverá a matar”: la escalofriante teoría sobre el asesino de Michelle Silva del Inspector Vallejo