La mujer logró identificarlo luego de que, durante un forcejeo con un cliente, el antisocial quedara con el rostro al descubierto. Fue detenido al rato.
Una tremenda sorpresa —y claro, decepción— se llevó hace unos días la dueña de un local, ubicado en Mar del Plata, Argentina, luego de que un delincuente ingresó al lugar con el rostro cubierto para intentar asaltarla. El tema es que, más allá del miedo inicial, durante un forcejeo, descubrió que el tipo que se escondía detrás era nada menos que su vecino…
Todo comenzó cuando el joven de 29 años llegó al almacén, con el rostro tapado y con un arma de utilería. Así las cosas, redujo a la mujer y a un cliente, los únicos dos presentes en el local comercial.
Sin embargo, el antisocial no contaba con que el cliente se armaría de valor y, con tal de defender a la dueña, se abalanzaría contra él.
Entonces allí, en medio del forcejeo típico en esta clase de escenarios, esta suerte de héroe improvisado logró retirarle la capucha al joven, dejando al descubierto su identidad. La mujer de inmediato lo reconoció: “¡Eres tú, eres tú!”, le gritó.
El sujeto se levantó rápidamente, y como pudo se esfumó del lugar. Pero ya era tarde para él: la mujer llamó a emergencias, hizo la denuncia correspondiente y entregó los detalles pertinentes para capturarlo.
Así las cosas, tras las indicaciones que les brindó la mujer, la policía lo esperó en su domicilio. Claro, era el vecino de ella, lo que facilitó su detención.
En su poder, el tipo tenía 3 mil pesos argentinos, poco más de 21 mil pesos chilenos, y 1,3 gramos de cocaína, informaron medios locales.
Ahora quedó a la espera de la determinación de la Justicia, formalizado por el delito de “robo agravado por el uso de arma de utilería”.