“Un retroceso a tiempos más sexistas”: el crítico análisis de The Guardian sobre los cafés con piernas

El prestigioso medio británico entregó su diagnóstico sobre este tipo de locales de la capital.

Recientemente el medio inglés The Guardian publicó un reportaje analizando el funcionamiento de los cafés con piernas ubicados en la Región Metropolitana. El periódico incluyó testimonios y fotografías de estos espacios, abriendo una vez más el debate sobre los locales.

“Camareras con faldas cortas y tacones altos sirven café en los locales que forman parte de un curioso y una anacrónica resaca de los años 80. Y en los cafés con nombres exóticos de los centros comerciales subterráneos, el personal -casi todos inmigrantes de otros países- va en traje de baño”, comentó el medio.

Los británicos hicieron una fuerte crítica debido a lo retrógrado que pueden ser estos lugares, pero agregaron que los cafés dan trabajo a quienes no encuentran otra fuente de ingresos. “Los cafés con piernas parecen peculiares retrocesos a tiempos más sexistas, pero proporcionan ingresos estables a los migrantes que no pueden trabajar en otro sitio”, agregaron.

Hassler por el funcionamiento de los cafés con piernas

The Guardian remarcó el hecho de que este tipo de locales continúan funcionando a pesar de situarse en un contexto donde el movimiento feminista del país influye en la política nacional, sin embargo parece que las autoridades dejaron de poner atención a los cafés con piernas.

“Regular el funcionamiento de los cafés ha sido durante mucho tiempo un dolor de cabeza para la capital chilena”, mencionaron en el medio.

“En la década del 2000, en medio de acusaciones de prostitución y acoso laboral, los sucesivos alcaldes ordenaron que los cafés abrieran exclusivamente durante el día, prohibieron la venta de alcohol y exigieron que sus cristales fueran polarizados”, agregaron.

Sobre este punto, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, indicó a través de un comunicado que le hizo llegar al medio, que su administración “no está en contra de que las mujeres trabajen en estas cafeterías, siempre que esto implique un contrato justo y legal en un establecimiento autorizado”.

“No queremos estigmatizar a las mujeres que buscan trabajo para sobrevivir. Pero sí nos interesa garantizar su seguridad”, agregó la edil de la comuna.

Por su parte, el periódico inglés concluyó que a pesar de los avances que se han logrado como sociedad “parece poco probable que la tradición desaparezca pronto”.

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