El hombre fue formalizado por femicidio y quedó en prisión preventiva.
Fuertes detalles se ventilaron este viernes sobre la muerte de la modelo brasileña Nayara Vit, quien falleció al caer desde el piso 12 de un edificio de Las Condes, en julio de 2021.
A casi dos años del hecho, ayer se confirmó la detención de Rodrigo del Valle, expareja de la recordada conductora de UCV Televisión y que estaba con ella al momento de la caída. Desde ese mismo día, el hombre aseguró que se trató de un suicidio.
En la audiencia de formalización, la fiscal jefe de Género, Carolina Fuentes Remy-Maillet, explicó que el imputado ha caído en una serie de contradicciones y que los peritajes desmienten su versión.
El hombre quedó con la medida cautelar de prisión preventiva y se fijó un plazo de 70 días para la investigación.
La versión de Rodrigo del Valle sobre la muerte de Nayara Vit
En sus primeras declaraciones, Del Valle señalaba que su pareja llegó al departamento bajo efectos del alcohol y “sin decir palabras, corre hacia el balcón y se tira”. Sin embargo, a un testigo el hombre contó que antes de caer, habían tenido una discusión y ella tiró un macetero.
A un primo le relató que Nayara “corrió un poco, como un trotecito, y luego se tiró. Esto es como ‘tirarse un piquero a la piscina’”, leyó la fiscal, según recogió Meganoticias.
El sujeto contó a otras personas una historia similar pero con variaciones, según relató la persecutora, quien destacó varias contradicciones.
Afirmó también que los peritajes realizados en el edificio descartan el detalle del macetero. “Evidentemente, esa versión no tiene ningún asidero”, dijo.
Sobre la caída, aseguró que “aquí no hubo un trotecito ni una carrera para llegar a la terraza y lanzarse. Eso está comprobado científicamente, puesto que el lugar del hallazgo del cuerpo no es congruente con esta versión”.
“Las lesiones presentes en el cadáver son incompatibles con el testimonio de la pareja”, insistió la persecutora y agregó que “las lesiones y dinámicas con que se producen las circunstancias en que se desarrollan y las conductas del agresor, son características frecuentes de conductas femicidas”.
A todo ello se suma el “convencimiento” de la fiscal de que la víctima “no tenía ningún motivo para atentar contra su vida”, pues “se encontraba en una hermosa etapa de su vida, según dijeron sus cercanos”.
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