Una cita por Grindr terminó en un crimen de odio: así fue el asesinato de Jaime Vergara, reconocido chef de Quillota

El cocinero y su asesino se reunieron el pasado viernes en el departamento de la víctima. Se habían conocido por Grindr un par de semanas antes y habían concertado la cita para una compra/venta de marihuana. Pero todo acabó de la peor manera… El culpable ya se entregó a la justicia y, a la espera de la investigación, permanece en prisión preventiva.

A Jaime Tomás Vergara Jiménez lo mataron el viernes 29 de julio.

Su hija lo fue a visitar a su departamento, ubicado en el Condominio Altos de Merced de Quillota, a la altura del número 175, y cuando ingresó lo encontró allí, tendido, cubierto de sangre. Se acercó para prestarle los primeros auxilios, pero pronto entendió que mucho no podía hacer. Su padre presentaba múltiples lesiones en la zona del cuello y de la cabeza, aparentemente perpetradas con un arma cortopunzante. Y probablemente lo que más le dolió: en la espalda notó que tenía grabado un mensaje homófobo.

Le habían escrito “maraco”.

Pero no había tiempo para darle vueltas. Aterrada, llamó al 133. La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), al poco andar, le confirmó que las heridas que mataron a su padre fueron provocadas por una tercera persona.

Jaime Vergara tenía 47 años y era percibido como uno de los chefs más reconocidos de la zona. Es más, su trayectoria incluía más de dos décadas de ejercicio, además de trabajos como asistente académico de las carreras de TNS en Turismo y Hotelería y TNS en Gastronomía Internacional en el CFT de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).

Su muerte, por lo demás, sacudió a Quillota. Este lunes, cerca de las 15 horas, exalumnos, docentes, colegas, estudiantes y amigos del chef, se reunieron en el auditorio de la sede de Quillota del CFT PUCV, adornado para la ocasión con globos blancos y azules, para rendirle un sentido homenaje. Se pretende realizar un segundo encuentro de oración en los próximos días.

Más tarde se fueron conociendo más detalles acerca del crimen que acabó con la vida de Vergara. El trabajo de análisis e inteligencia policial, que incluyó empadronamientos, revisión de cámaras y levantamiento de evidencia científica, entre otras técnicas, permitió individualizar al culpable: un joven de apenas 18 años, de iniciales J. A. C. O. y que era conocido como “El Manopla”.

El relato del fiscal César Astudillo dice que Vergara y el acusado se reunieron en el domicilio del Condominio Altos de Merced el viernes, luego de haberse conocido dos semanas antes mediante la app de citas Grindr. El joven habría llegado al lugar en taxi, con el supuesto objetivo de venderle algunos gramos de marihuana.

Sin embargo, luego de unas dos horas compartiendo, el encuentro devino en una fuerte discusión. ¿El motivo? Según el acusado, Vergara le habría ofrecido mantener relaciones sexuales. Fue entonces que sacó un arma cortopunzante y atacó al chef en la cabeza, el cuello y el tórax. Más tarde, habiendo confirmado su deceso, J. A. C. O. se duchó en el baño del departamento, limpió el lugar para no dejar ningún rastro, se cambió de ropa y decidió sustraer algunas especies, de modo que pudiera crear una hipótesis de robo.

Antes de irse, se desquitó por última vez con Vergara. Le dejó el mensaje que impactó a su hija y a los funcionarios policiales: “Maraco”.

J. A. C. O., probablemente a sabiendas que su detención era inminente, se entregó el pasado sábado voluntariamente a la PDI. Fue hasta el cuartel de Quillota para confesar todo lo ocurrido. A esas alturas, tras lo visto en las cámaras de seguridad del condominio y el testimonio de un testigo considerado clave, ya era buscado por las autoridades.

El joven, de 18 años, vivía en el sector rural de La Palma y, en sus palabras, actuó en defensa propia ante un eventual ataque de índole sexual. “No guarda coherencia con el informe de lesiones (del detenido); es el imputado quien porta el arma, no la víctima”, lo desestimaron las autoridades.

El estado del cocinero tampoco ayudaba con su declaración. El fiscal Astudillo mencionó que Vergara “padecía enfermedades metabólicas, era diabético, insulinodependiente, y producto de esta enfermedad, perdió masa muscular en ambas piernas”, situación que le obligaba a caminar con la ayuda de un bastón.

Mientras, el Movilh sacó la voz. Ramón Gómez, encargado de DDHH de la agrupación en la zona, sostuvo que este se trataba de “un crimen lamentable, y a todas luces un crimen de odio”.

“El homicida confeso ha dicho que asesinó a esta persona simplemente porque descubrió que era una persona con una orientación sexual diversa, y además llegó al extremo de dibujarle, escribirle en su cuerpo, palabras homófobas”, completó.

J. A. C. O. fue formalizado este lunes y quedó en prisión preventiva. La jueza de Garantía, Laura Catalán, en tanto, estableció 85 días para la investigación.

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