La ex del Presidente Boric también confesó que sufrió consecuencias tras su paso por el puesto de Pimera Dama.
A poco más de un año de su salida definitva del Palacio de La Moneda, la ahora expareja del Presidente Gabriel Boric, Irina Karamanos, realizó una sincera reflexión sobre su experiencia en el cargo de “Primera Dama”.
En conversación con Revista Vein, de España, la socóloga aseguró que se tomó el cargo con responsabilidad, pero a la vez estaba “tensa e incómoda con tener poder”.
“Tengo una convicción democrática muy fuerte, entonces yo misma consideraba que era ilegítimo estar allí por más tiempo de lo estrictamente necesario. Me iba dando cuenta de lo mucho que se puede hacer con esa posición jerárquica y a la vez decidía no usarla; solamente usé el poder para ir desarmándolo”, afirmó.
Aclaró que nunca pretendió “promocionarse a sí misma y armar una carrera” política.
“Yo entré para salir, entonces en realidad yo no estaba tratando de construir mi personaje para adelante y creo que eso es poco entendible. Incluso para los medios”, manifestó.
Karamanos confiesa que tuvo problemas de salud
Irina confesó, además, que el cargo le resultó “agotador” y le trajo consecuencias en su salud. “Personalmente recién este año me pude hacer cargo del estrés acumulado”, confidenció.
“Porque el estado de alerta permanente te genera un nivel de desgaste emocional impresionante. Creo que fue una misión que traté de hacer lo más rápido posible, justamente para no ocupar un lugar de poder por más tiempo del necesario y eso tuvo consecuencias en mi salud, pero mi convicción política iba primero y no me arrepiento”, afirmó.
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