Vacilaron en el Kia Pop como si nada hubiera pasado

Con el soplo de Gálvez, los detectives investigaron al "Pepe" y el pasado miércoles en la noche fueron a buscarlo a su casa de calle Santa Isabel 469. El muchacho no estaba, así que lo citaron al día siguiente en el cuartel de la Brigada de Homicidios.

El cabro se presentó junto a su madre adoptiva, Julia, a la que le aseguró que "quedaría adentro". Y así fue, pues en el interrogatorio confesó todo y además echó al agua a su compañero de delito: Gustavo Alejandro Salazar Arroyo (20).

En un rápido operativo, Salazar fue capturado y también confesó.

En sus declaraciones, los chacales dijeron que pasadas las 21 horas del jueves 24 de enero fueron al departamento de Pamela y le pidieron su auto Kia Pop. A cambio le regalaron un mote que tenía puros polvos Royal.

Pamela jaló el contenido en el baño y tras darse cuenta del engaño encaró a los muchachos en el living. Durante la discusión, "El Pepe" le pegó dos puntazos en el cuello y con su acompañante le ataron las manos y los pies con una huincha transparente, más las luces del árbol de Pascua que no había sido desarmado. Luego la llevaron a la pieza y la tiraron de espalda sobre una cama de 2 plazas. Para acallar sus gritos le metieron un calzón en la boca e intentaron estrangularla con el cable del cargador de un teléfono Nokia, pero no pudieron. Entonces se miraron y dijeron "hay que matarla porque nos va a sapear". "El Pepe" le puso una bolsa de supermercados Unimarc en la cabeza hasta asfixiarla, con ayuda de una toalla. La agonía duro casi 8 minutos. También le pegaron varios golpes de puño en la espalda.

DE FIESTA

Antes de arrancar en el Kia Pop, los canallas robaron joyas, anillos de plata y dos celulares. Cerraron las cortinas, apagaron las luces y escaparon. En los cuatro días que el cadáver estuvo en el depa, los criminales salieron con amigos, fueron a una fiesta en una casa con piscina y hasta intentaron viajar a la playa, pero se perdieron. Estuvieron casi tres horas tratando de salir de la autopista Vespucio Express y pasaron por varios portales en los que fueron fotografiados.

Luego fueron a un topless de calle San Diego, donde "El Pepe" vendió un celular en 5 lucas. Después enfilaron a un taller de calle Tocornal e intentaron venderle el auto a un tal Gatica en 300 lucas. Debido a los raspones del vehículo, que además no tenía ni un papel y estaba con una rueda desinflada, decidieron abandonarlo en el pasaje Monseñor José Fagnano.

Los asesinos dejaron más de 60 huellas en el cacharro y en el departamento de Pamela, así que cayeron sin derecho a pataleo.

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