Los ensayos de la vacuna están en la fase 3, que es la última etapa antes de conocer si efectivamente protegerá a la población del covid-19.
Según detalla Financial Times este lunes, La vacuna contra la Covid-19 que desarrolla la Universidad de Oxford, en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca, produciría una fuerte respuesta inmune en uno de los grupos más vulnerables, los ancianos.
Los ensayos clínicos de esa vacuna están en la fase 3, que es la última etapa antes de conocer si efectivamente protegerá a la población del covid-19, por lo que se necesitará la aprobación de los reguladores antes de comenzar una vacunación de forma masiva.
Financial Times, tuvo acceso a dos personas familiarizadas con los estudios, los cuales dijeron que la vacuna estaría generando entre los ancianos, anticuerpos y las llamadas células T, cuya principal función es identificar y matar patógenos invasores o células infectadas de nuestro cuerpo.
La tercera edad es uno de los grupos que más protección requiere contra el coronavirus, esto debido a que con el paso del tiempo, el sistema inmunológico se debilita, por lo que, según el periódico, los investigadores están contentos por la respuesta inmunológica que genera la vacuna entre las personas mayores.
En julio pasado, se publicaron los resultados de las primeras pruebas clínicas de la vacuna de Oxford, los cuales ya indicaban que genera anticuerpos y las células T.
Ahora, se espera que los últimos detalles de los hallazgos sean publicados prontamente en una revista médica, añade el diario.
Jonathan Ball, profesor de virología de la Universidad inglesa de Nottingham manifestó al Financial Time que "Si tienen datos que muestran que la vacuna genera una buena inmunidad, medida en el laboratorio, en el grupo de más de 55 años, y que incluye una buena respuesta en gente que es mucho mayor, creo que es una señal prometedora".
Antecedentes
Anteriormente, La Unión Europea (UE) cerró con AstraZeneca, un primer contrato que le garantiza acceso a 300 millones de dosis, pacto que se firmó en nombre de los Estados miembros y las dosis se distribuirán en función de la población de cada país.
Además, los Gobiernos de México y Argentina llegaron a un acuerdo con la farmacéutica y Oxford para fabricar la vacuna destinada a sus países y distribuirla después al resto de América Latina, excepto Brasil.
Pruebas clínicas
Las pruebas clínicas de la vacuna se han desarrollado en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y Sudáfrica, las cuales no han estado extentas de problemas, ya que, por ejemplo, un voluntario sufrió una reacción adversa, lo que obligó a suspender las pruebas por un breve período de tiempo, reanudandolas en septiembre.
Por otro lado, recientemente falleció en Brasil un voluntario, aunque no se han dado mayores detalles del caso, según trasciende en los medios, esta persona no habría recibido la vacuna, sino que un placebo.