Arturo Guerrero (55) toma aire, se sienta, cierra los ojos y deja que lo vacunen... con la jeringa.
El feriante aprovechó la iniciativa del Ministerio de Salud de instalar vacunatorios móviles en la Vega Central, para prevenir la influenza, y quedó como lechuga para este invierno.
"Con los cambios climáticos que hay es una buena oportunidad para que nos vacunen, porque nosotros no podemos salir nunca de acá, somos medios cómodos", afirmó.
El comerciante nos contó que "tengo tendencia a engordar, entonces hice la filita altiro". Junto a él, otras doscientas personas, entre feriantes y caseritos, aprovecharon ayer la visita para quedar listéilor esta temporada invernal.
Luego del pinchazo, Arturo se fue derechito a su local "Xuxa me pasé" y nos aseguró que no dijo ni una xuxada cuando la enfermera le colocó la fundamental inyección.
"Tenía mano de monja, no sentí ni un dolor, quedé listo, afirmó el vendedor antes de tomar sus cebollines, puerros y cebollas para comenzar a vender.
El subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz, aseguró que a través de estas acciones "se acerca la vacunación a los grupos más vulnerables de la población que necesitan ser protegidos antes del invierno".
Cache que desde el lunes hasta ayer más de 150 mil dosis han sido suministradas, lo que representa un aumento de 50 mil dosis respecto del año pasado. Para la campaña completa son tres millones y medio de dosis.
El ministerio adelantó este año el programa de vacunación contra la influenza, que se comenzó a implementar esta semana en todo Chile.
Y como la gracia es llegar a todos lados, Díaz explicó que continuarán visitando a la gente en sus pegas.
"Dispondremos de más vacunatorios móviles para llegar a distintos lugares del territorio nacional y así conseguir la meta de proteger a toda la población de riesgo", señaló.
