Se temió lo peor, pero al final no pasó na'. El fin de semana recién pasado, Robin Van Persie recibió un codazo de un jugador rival, el cual casi lo deja sin un ojo.
Es que el golpe de Sissoko en contra del holandés provocó que los doctores del Fenerbahce, club donde juega, avisaran que quizás el delantero se quedaba sin su ojo.
Sin embargo, fue el mismo jugador quien dijo "vamoh a calmarnoh" con un comunicado en redes sociales.
"Tengo un pequeño desgarro en el párpado, pero luego de los exámenes puedo decir que el ojo no está afectado, así que todo va bien. Son cosas que pueden pasar en el fútbol", la tiró por el Facebook.