De acuerdo a la testigo, tiempo atrás la joven sufrió un ataque sexual en este peligroso sector.
Jacqueline, vecina de Huechuraba, entregó nuevos detalles del crimen de un taxista que murió tras recibir un impacto de bala en el rostro.
Sobre el hecho ocurrido la noche del miércoles, la mujer afirmó que quedó al descubierto tras escucharse una serie de balazos en el sector.
“Yo le pregunto (al taxista) cómo se encontraba, él me decía que le dolía, pero no podía hablar. El impacto que recibió en la cara era muy grave”, detalló.
En diálogo con el matinal de CHV, Jacqueline confirmó la teoría que responsabiliza del homicidio a quienes se transportaban en el vehículo como supuestos pasajeros: “Yo creo que lo trajeron, le dispararon dentro del auto y terminaron de rematarlo cuando lo tiraron”.
“El caballero no fallece ahí, porque yo le presté asistencia lo más posible. Carabineros decidió llevarlo al SAR, porque la ambulancia no llegó. Yo iba presionando las heridas que se podían ver”, complementó.
Junto con lamentar el deceso, del cual se enteró esta mañana, la vecina de Huechuraba explicó que “en esta zona es común que asalten a taxistas, a Uber, a personas en bicicleta o lo que sea, siempre han robado a gente. De hecho, yo le comenté a Carabineros que, tiempo atrás, hubo un incidente con la hija de un caballero famoso, la cual llegó a pedir ayuda”.
“Es un sitio eriazo; aparte de mi casa hay tres casas más y están a un kilómetro de distancia cada una”, complementó.
Consultada sobre el ilícito que afectó a una familiar de un “famoso”, la mujer detalló que “era la hija del señor Dino Gordillo, y eso fue aquí mismo, en la misma zona”.
El caso de Catalina Vega
El 29 noviembre de 2017, Catalina Vega, hija de Dino Gordillo, fue secuestrada por un taxista que abusó de ella e intentó violarla.
Esa noche, la joven subió al vehículo en el barrio Bellavista, y el imputado la llevó al mencionado sitio eriazo de Huechuraba para golpearla y atacarla sexualmente.
Cata sacó fuerzas de flaqueza y logró escapar. El taxista huyó con sus cosas, entre ellas su celular, que resultó ser fundamental para dar luego con su paradero.
Finalmente, el taxista fue identificado como Ariel González. El sujeto fue condenado a 9 años de cárcel en marzo de 2020.
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