Las claves de Verdades Ocultas, la teleserie fenómeno de la tarde

La historia, que comenzó el 24 de julio del 2017, se ha convertido en una de las teleseries más extensas y exitosas de la última década. Una trama que gira como la vida misma y atractivos villanos forman parte de su éxito.

En diciembre pasado, la teleserie "Verdades Ocultas" de Mega fue 13 veces trending topic en Twitter, siendo el programa más comentado en redes sociales durante el bloque de la tarde.

Dicha cifra muestra el revuelo que causa este melodrama escrito por Carlos Oporto y dirigido por Felipe Arratia bajo la supervisión de María Eugenia Rencoret, el que comenzó en julio del 2017 con la historia de una madre que vendió a una de sus hijas para salvar a la otra.

Con 379 capítulos de media hora, VO se ha convertido en la teleserie más larga producida en Chile, donde normalmente duran entre 100 y 120 episodios; alcanzando el récord de dramas como la mexicana "Rebelde" (450) o la colombiana "Yo soy Betty la fea" (338).

En su año y medio al aire, la ficción que comienza a las 15:20 horas tiene un exitoso rating de 19,9 puntos en promedio, igualando a su antecesora Amanda. Y si de sintonía se trata, la apuesta de Mega se ha convertido en el programa más visto en las últimas semanas, de acuerdo a cifras de Time Ibope, superando a Casa de Muñecos e Isla Paraíso, también de Mega.

"Verdades Ocultas tiene elementos que la hacen única no solo porque es la más larga que se ha exhibido en Chile, sino porque el enorme éxito que ha obtenido nos llevó como equipo a realizar un ejercicio diferente: seguir escribiendo para extender la historia y con ello tuvimos que generar nuevos cambios y giros en la trama que no son los habituales en una teleserie normal de 120 o 140 capítulos. Es una ficción muy diferente a las que hacemos habitualmente y ha sido un desafío seguir realizándola; hemos integrado nuevos personajes y desarrollado nuevos conflictos que nos permitan mantener un público cautivo", contó a Sábado Patricio López, productor de la teleserie.

Cuatro son los pilares que explican el éxito de la llamada "teleserie sin fin".

- Melodrama puro: la teleserie comenzó con el drama de dos hermanas separadas porque su madre vendió a una de ellas a una familia millonaria. Este conflicto inició una serie de nudos dramáticos que se atan, se desatan o se cortan de manera abrupta, en una renovada versión de los dramas caribeños de antaño, que incluyen cirugías de rostro, guaguas perdidas, villanos impunes, gente discapacitada, y más.

- Nuevos rostros: de los 15 actores que conformaban el elenco original, actualmente solo siguen 6. El primer gran cambio vino con la propia protagonista, Carmen Zabala (Agustina) quien salió de pantalla por su embarazo, siendo reemplazada por Javiera Díaz de Valdés. Como justificación, se mostró que el personaje se sometió a una cirugía de rostro.

- Realismo: en total han muerto más de 10 personajes, decesos que marcan el desarrollo y le dan dinamismo a la trama. A eso se le suman los 9 que se han ido al sur o fuera de Chile, generando un continuo cambio en el elenco, otorgándole frescura y novedad.

- Villanos: el punto fuerte de un melodrama son sus villanos, y en este caso, hay para regalar. Partiendo por Agustina Mackenna, pasando por Muriel, María Luisa, Gabriela o Pedro, pero quien se ha llevado los aplausos ha sido Leonardo (Carlos Díaz), el psicópata y asesino ex policía obsesionado con Agustina.

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