Una cosa es que la pípol le diga "límpiate el hocico, ezeee" a Eduardo Vargas por disparar en contra de la poli, y otra muy distinta es que los propios amigos de verde den su versión del cahuín para limpiar su imagen. Tal como lo haría el Quili Vilches borrando su "bici clasiquera" de YouTube. Paaabre. El pasado lo condena heavy.
El punto es que fue el prefecto de Viña del Mar, Carlos González, quien enfrentó los micrófonos en respuesta a la molotov que lanzó la familia de Varguitas. Y, por cierto, la historia es harto distinta. "La situación se originó ayer (lunes) a eso de las 19.10 horas en el sector de Loncura, Quintero. Habían personas ingiriendo licor en la vía pública. Fueron controlados por personal policial que se desplazaba en bicicleta y se negaron", informó la autoridad.
¿Y luego? Loree: "Se generó una suerte de agresión verbal de tres personas. Se procedió a la detención y vecinos del sector se abalanzaron en su defensa. Fueron agredidos 5 carabineros con objetos contundentes que lanzaron. ¿La foto del joven? Hubo reducción de las personas efectivamente. Existe constancia en el parte policial donde a lo menos dos caen al suelo con el personal en su afán de zafar de la detención".
Acciones legales
Además de explicar que nadie tenía antecedentes y que 3 personas (eran 6 en total) pasaron a control de detención, el prefecto agregó que "la familia no se ha acercado a nuestra oficina. Ellos están en su derecho de seguir las acciones legales que estimen pertinentes".
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