"Vi derrumbarse las esperanzas de un padre"

Muy afectado se vio ayer a Felipe Camiroaga en un despacho que hizo desde la Zona Cero de Concepción. Es que ver a José León, el padre de la única persona que sigue desaparecida en el derrumbado Alto Río llamando a su hijo, dejó mal al Pipe.

Ante la orden de demolición de los restos de la edificación, León solicitó como favor a bomberos realizar el último "triángulo de silencio".

"Es que creo que José está vivo. En la noche me acerqué como a 10 metros del edificio y comencé a gritar: 'Juanjo, contesta'. Estaba en eso cuando bajo el cemento y los fierros escuché varios golpecitos de baldosa y una voz de auxilio que estoy seguro que era de mi hijo", aseguró a La Cuarta el afligido progenitor.

Y su fe es tal, que aunque partieron los trabajos, hizo una petición especial al operador de la retroescabadora: "Que muela despacito, yo insisto que mi hijo está vivo. Lo único que quiero es encontrarlo y llevármelo".

SILENCIO

El conversación con el diario pop, el rostro de TVN narró emocionado esa dramática última búsqueda: "Fue media hora. Había un silencio absoluto y un padre gritándole a su hijo, que no respondía... Fue muy emotivo, una situación de mucha, mucha pena. Estábamos todos con un silencio muy respetuoso, pero con un nudo en la garganta también".

- ¿Qué sentías?

- Estuve en las Torres Gemelas, fue fuerte, pero aquí se trata de tu país, de tus compatriotas y eso le da un sentimiento único.

- ¡Fuerte cuadro!

- Sí, después se le acerca el capitán de Bomberos, lo abraza y me imagino que le dice: "Pucha, disculpe tenemos que seguir trabajando". Fue una imagen muy dura, vi derrumbarse las esperanzas de un padre.

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