La salida de los obispos Juan Barros, Cristián Caro y Gonzalo Duarte de la Iglesia chilena, es la primera medida adoptaba por el Papa Francisco tras las denuncias de abusos cometidos por estos y otros miembros de la institución religiosa. A través de redes sociales, Juan Carlos Cruz, víctima de Fernando Karadima, se mostró emocionado con la decisión del Sumo Pontífice.
"Empieza un nuevo día en la iglesia Católica de Chile! Se van tres obispos corruptos y seguirán más", aseguró.
LA EMOCIÓN DE CRUZ
"Emocionante por tantos que han luchado para ver este día. La banda de obispos delincuentes se empieza a desintegrar hoy!", agregó.
Además, Cruz expresó especial "cariño" por Osorno, considerando a los laicos de dicha localidad como un "ejemplo de perseverancia y fidelidad".
https://twitter.com/jccruzchellew/status/1006121296613249025