Prelado fue citado a la Fiscalía Regional de Rancagua como imputado por encubrimientos. "Lo mínimo es colaborar con la justicia ¿Cuánto más debemos tolerar?", escribió el afectado.
A primera hora de ayer el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, llegó hasta la Fiscalía Regional de Rancagua para declarar en calidad de imputado por encubrimientos, en la serie de abusos ocurridos al interior de la Iglesia. Sin embargo, el prelado usó su derecho a guardar silencio frente al fiscal Emiliano Arias.
¿La razón? La defensa del religioso optó por esta estrategia a la espera de la audiencia de sobreseimiento solicitada.
Tras conocer los hechos, las víctimas de Fernando Karadima se indignaron y James Hamilton usó sus redes sociales para señalar que "Ezzati se ríe de Chile y su estado de derecho, país que lo acogió y le dio la ciudadanía. Lo mínimo es colaborar con la justicia ¿Cuánto más debemos tolerar?", escribió.
Falta de respeto
En tanto, José Andrés Murillo dijo en su cuenta de Twitter que "como buen criminal, Ezzati en lugar de cooperar con la justicia, se acogió a su derecho a guardar silencio. Un derecho, sí, pero de encubrimiento".
Mientras que Juan Carlos Cruz manifestó: "Lo que hizo fue hacer uso de su derecho a guardar silencio, para no autoincriminarse. Es una falta de respeto e impresentable. Tiene derecho a hacerlo, pero es una nueva afrenta a las víctimas y al Estado".
A raíz del silencio del arzobispo de Santiago, el fiscal a cargo del proceso judicial, Emiliano Arias, aseguró que "seguimos avanzando con otras declaraciones, seguimos avanzando con la investigación y si es que se hace necesario, será citado nuevamente, sin duda".
Respecto a la colaboración de Ricardo Ezzati, el fiscal Arias concluyó que el prelado no la ha brindado.