Si algo tienen en común el "Super Bowl" y Kim Kardashian, es que basta que se les mencione pa' que los gringos se vuelvan locos.
La final del fútbol americano reúne a miles de fanas en un estadio y millones frente a la pantalla. Lo mísmito la chiquilla, que con una simple parada de cola deja pidiendo agüita a toda la barra cibercalifa.
Cachando esta popularidad, los capos de una compañía de telefonía móvil utilizarán la imagen de la ricura para promocionar sus productos en la transmisión de la movida deportiva. ¡Redondo!... el negocio, por cierto.