Las Fiestas Patrias son un "oasis" en la vida de la nadadora Bárbara Hernández, la "Sirena de Hielo. Es la pausa precisa entre la etapa más cabrona de su vida y el comienzo de una nueva aventura.
"Me levanto a las seis de la mañana a entrenar, luego me voy a trabajar a mi querida municipalidad (Recoleta) y entre medio intento conseguir los recursos que me permitan competir", nos contó la doble campeona mundial de aguas gélidas (200 y 450 metros).
Y si bien es cierto que hoy cuenta con el apoyo del IND, del tío Andrónico Luksic y otras empresas, las lucas se le hacen pocas para asistir a todas las fechas de su especialidad.
"El año pasado pude participar de sólo cuatro fechas y quedé segunda en el ranking. Ahora quiero hacer las seis y el Mundial de Estonia, para probarme con los mejores y representar a Chile", anunció.
Preparación de la "Sirena de Hielo"
Para ello, se preparó en la piscina del estadio Nacional y en el complejo Portillo. Algo que en pleno invierno es un "verdadero caribe" para la atleta.
"Mi especialidad es nadar en aguas que van desde los 5° hacia abajo y muchas veces lo hago evitando los cubos de hielo que se forman en el agua, pues es peligroso golpearlos", detalló.
Pero ese no es el único "detalle": la hipotermia es su gran enemigo, por los dolores que provocan las bajas temperaturas en sus articulaciones.
"Lo primero es que hay que motivar a la gente a que nade. Es espectacular. Pero sí, cuando uno lo hace de manera profesional y en distancias más grande, puede ser doloroso", reconoció.
Pero nos dio su receta para colgarse la dorada en el pecho. "Pienso en que puedo y que entrené para ello. Muy poca gente logra hacer lo que le gusta y yo cumplo mi sueño. Eso es impagable", concluyó Bárbara.
La misma que ahora en octubre viaja a Europa a participar del circuito planetario que concluye en marzo, con la cita máxima de la especialidad en Estonia.