El capítulo 33 de Golazo Pop se vistió de gala, sacó su mejor pinta y, en su humilde estudio de avenida Vicuña Mackenna, recibió al más grande de todos: Elías Ricardo Figueroa Brander.
Escudado por su regalón Ricardo, el histórico defensor nacional enfrentó las cámaras del streaming del diario pop, y como si estuviese sentado en el living de su casa, desenfundó las mejores anécdotas de su carrera.
Todo mientras nuestros lectores en las redes sociales, lo elegían como el jugador chileno más seco de todos los tiempos (33%) superando a Alexis Sánchez (22%), Arturo Vidal (22%) y Marcelo Salas (21%).
Fue así como entre talla y talla, Don Elías echó afuera la larga historia de cuando fue paparazeado a poto pelado, mientras era el puto amo en el Inter de Porto Alegre.
"Confirmado, Figueroa es de carne y hueso", decía el títular de la nota impresa en uno de los diarios de mayor tiraje de Porto Alegre, y que obviamente dejó la patá.
"Sin que yo me diera cuenta, y con un teleobjetivo, un reportero me fotografió después de un entrenamiento. Yo estaba desnudo y sólo con una toalla al cuello. La foto salió en el diario y bien grande... no estaba como el negro del wasap, pero algo había... el mais grande do mundo", lanzó muerto de la risa la leyenda ante la mirada expectante de nuestra coanimadora pop, María Belén Muñoz.
Don Elías en esos años las hacía todas. Grabó comerciales y fue elegido el "hombre 10" de Brasil.
Sin embargo, ese título sólo lo pudo disfrutar su santa esposa, quien apenas vio la foto a poto pelado de su pierna peluda pidió una sesión especial para ella.
"Estaba feliz, incluso sus amigas querían una foto para ellas", la gozó Figueroa, quien como caía de cajón, y ante semejante personalidad que demostró en la fotos, fue agarrado pa'l leseo por sus compipas del Inter.
"Empapelaron el camarín con la foto, y me decían ese poto lo conozco", rebobinó el más grande futbolista chileno de todos los tiempos.
"Llegué a Isla de Pascua por telepatía"
Un domingo cualquiera, Don Elías y su hijo Ricardo compartían el relajo de un sauna, cuando el más grande de todos agarró un diario (seguramente La Cuarta) y se encontró con una foto de Isla de Pascua.
"Sabes, conozco casi todo el mundo, he estado en miles de lugares y nunca he ido a Rapa Nui, me encantaría estar allá", le lanzó el ex capi de la Roja a su primogénito.
Al día siguiente, y sin que nadie comentara sobre la conversación, el alcalde de la Isla, Petero, llamó a Figueroa y lo invitó a la tierra de los moais.
"Me dijo, 'recibí un mensaje telepático y quiero invitarlo para que nos visite'. Quedé helado, porque yo nunca había hablado con él", rebobinó el ex central, quien a la semana de la cháchara visitó la Isla.
"Allá me comentaron que mi aura iluminaba el mar. Yo agradecido, un día les llevé a Pelé para que inauguraramos su estadio", finalizó.