Este nuevo capítulo de En su propia trampa será más recordado por las agresiones que sufrió el equipo del programa que por la funa a Néstor Jiménez, el empresario del maní que la cortaba con cincel gracias a un arreglín que tenía con patentes municipales.
La funa partió cuando el sujeto fue contactado por Pancho Saavedra para la grabación de "Vida de millonarios" el nuevo programa que iba a sacar el ex canal del angelito. Ahí el hombre se entusiasmó y empezó a soltar detalles de cómo se manejaba con las patentes municipales e incluso invitó al periodista a ser parte del negocio.
"Tú me conseguís 5 palos blancos y yo te paso un palo todos los meses", fue la oferta que le hizo al rostro de "Alfombra Roja".
Néstor Jiménez se sentía en la gloria hasta que descubrió que el programa liderado por Emilio Sutherland le estaba haciendo la pillada. Cuando cachó todo el mote, se esfumó y a través de mensajes le hizo saber a Pancho Saavedra que había pillado la jugada que le estaban haciendo y lo amenazó.
Posteriormente, el Tío Emilio lo encaró y el éste se hizo el larry. Sin embargo, en una de las fiscalizaciones a sus carritos, Jiménez agredió a un equipo del programa del 13 y se fue a la capacha.
Agresiones en el Centro de Justicia
Al día siguiente, Jiménez fue formalizado por el hecho y llevó a un séquito de gente que formó un escudo humano para que el equipo de En su propia trampa no pudiera tener contacto con él. Pero a la salida de la audiencia, quedó la cola.
Cuando Emilio Sutherland lo encaró por la mala utilización de las patentes, la gente de Néstor Jiménez comenzó a calentar las aguas, al igual que Aldo Duque, su abogado defensor. La cosa se puso color de hormiga y los acompañantes del empresario del maní empezaron a empujar a los del 13 y a tapar las cámaras.
En medio de la batahola se ve cómo una mujer agrede en las joyas de la familia a César Pérez, editor del cocido, quien se llegó a retorcer del dolor. Acto seguido, la veterana que dio el certero golpe, se hizo la víctima y empezó a gritar que le estaban pegando. Todo eso ocurrió mientras Aldo Duque azuzaba a los gorilones de su defendido para que grabaran todo.
Finalmente, el Tío Emilio y su equipo encararon al abogado por haber validado la agresión a un periodista. Él en tanto, lo mandó a hablar con la Diana Bolocco.