No compartió camarín con Oliver Atom ni los crack de los Supercampeones, pero la corta y emergente carrera del paraguayo Arnaldo Castillo partió en el Nippon FC, club de Tercera División de su país y cuyo dueño es japonés.
El pepero llegó a la "U" de Conce y hoy está a préstamo en Naval, donde ha dado la vuelta al mundo después de protagonizar uno de los hechos más polémicos y curiosos de los últimos años.
El equipo del ancla jugaba con dos menos el domingo contra Osorno en el "Rubén Marcos" y se encontró con un penal a favor cuando quedaba casi la misma sangre que el "Quili" Vilches llevó a la Ruca.
"A los 93' me botaron. El árbitro, que resultó ser nada menos que Nicolás Millas (el nieto del histórico Milton Millas) había dado cuatro minutos. Pero la gente de Osorno reclamó mucho y pasó demasiado rato. Por eso el juez nos dijo que daría dos minutos más", recordó el lauchero de 20 años.
Iban 1-1 y Castillo podía ser el héroe de la tarde. "Pateé el penal y el arquero lo tapó. Pero la pelota quedó en el área chica frente al arco. La voy a empujar y el árbitro termina el partido. Creí que habría tocado el pito cobrando invasión, pero él nos muestra el reloj diciendo 'la hora, la hora, se acabó'. Sentí amargura e impotencia. No sabía qué hacer. Me aislé tratando de explicarme que pasó y no caché que más dijo el árbitro, pero se contradijo", agregó.
Era la tarde de gloria para Arnaldo. Al 27' había hecho su primer gol como profesional. Después de romperla en las divisiones menores del Campanil donde se cansó de ecnhufarla, marcando 45 en 51 partidos.
"Pude haber quedado de héroe. Además, el árbitro había cobrado dos penales a favor de Osorno y nuestro arquero logró atajar uno y, más encima, jugábamos con nueve porque nos echó a dos. No dejo de pensar como sería todo su hubiese hecho el gol. El profe (Patricio Almendra) me dijo 'tranquilo hijo, yo perdí un penal en una final'", contó.
Aún sin encontrar explicación, por lo menos Castillo ya se toma a la chacota el tema. "Hasta en el PlayStation agregan dos minutos y se termina jugando un rato más. Hice un partidazo y hasta lloré al final, pero por lo menos marqué y tengo que pensar positivo nomás. Son experiencias", se lamentó el héroe que no fue.
Pablo Pozo explica que fue todo legal
Mientras en Naval sienten que aún la tienen bien adentro por la extraña sentencia del severo de negro, a través de Twitter Pablo Pozo le pestó todo el pulmón al novel Nico Millas, que recién pega sus primeros chiflidos como autoridad futbolera.
"El reglamento es claro. Si el árbitro les dijo que el lanzamiento del penal era la última jugada, nada que reclamar. Pero ojo, debió haber avisado", dijo el ex presi del sindicato de saqueros, que incluso dio más cátedra.
Es que, según Pozo, el saquero podría haber mandado a todo el resto de los jugadores "a la mitad de cancha , dejando solo al portero y ejecutante del penal".
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