En 1981 cuando se estrenó en Chile la película Toro Salvaje protagonizada por Robert de Niro, un compatriota que entonces trabajaba como peoneta cargando barriles shoperos comenzó a ser reconocido como su doble.
Desde entonces han pasado 35 años, Samuel Soto tiene 56 y el actor gringo 72. El hombre nacido en Recoleta y residente de Maipú luego trabajó un tiempo en una fábrica de zapatos, para luego echar raíces como mesero en la cadena sanguchera especialista en completos Dominó.
Samuel estuvo diez años en el local de Ahumada, luego diez en el de Plaza Oeste y lleva tres meses en el clásico boliche de calle Amunátegui.
Durante la cobertura que tuvo ayer la celebración del Día del Completo, don Robert, como es conocido por la clientela, se robó la película. “Donde voy me dicen que me parezco, es raro el día en que no me toman una foto y me dicen que debería estar ganando plata con eso”.
A diferencia del artista, Samuel nunca ha actuado, ni siquiera hizo de árbol en el jardín infantil, pero considera que atender clientes es una forma de interpretar un papel. “En mi trabajo se actúa un poco porque a veces uno no anda feliz y tiene que ponerle buena cara a los clientes”, dijo.
A nuestro “Robert de Pino” le encantaría conocer al ganador de dos premios Oscar, pero nunca ha salido de Chile, ni siquiera a comprar camisetas pirateadas a Tacna o chaquetas de cuero a Mendoza.
“La otra vez tomé taxi, iba manejando una señora y me dijo: Oh, la cagó, es igual a Robert de Niro, ¿qué está haciendo acá? Yo no paso desapercibido”, se quebró como si fuera “italiano”.
Pero el mayor orgullo del “Robert di Námico” no es su rostro de piedra, sino que tener una hermosa familia formada por su señora y dos hijas economistas.
-¿Es tan rudo como él?
- Soy tranquilo, pero cuando me da la chiripiolca me puedo convertir en un torito salvaje.
