Todos hemos visto algún árbitro al que les gusta llamar la atención. De hecho, muchas veces resultan ser la figura del partido, en vez de los jugadores.
Pero el referee que te vamos a presentar está en otra categoría. Y mucho más cuática todavía.
Claro que sí, porque el árbitro brasileño Camilo Eustáquio superó todo lo visto hasta ahora.
Todo ocurrió cuando el juez cobró un penal en contra de Industrial y a favor de Oriente. Todo ello en la liga regional amateur de Minas Gerais.
De pronto lo rodearon los jugadores del Industrial. Y uno de ellos tuvo la mala idea de golpear al árbitro.
EL ÁRBITRO FUE A LA BANCA
Camilo Eustáquio no aguantó la agresión. Pero en vez de sacar una tarjeta amarilla o una roja, se encaminó a la banca, donde había dejado su bolso.
Y sin mediar palabra alguna, agarró una pistola y se dirigió al centro de la cancha.
Mientras, el pelotero que le pegó lo vio armado y escapó del estadio saltando las alambradas.
Respecto del referee, cabe consignar que se trata de un policía. Y por lo tanto tiene derecho a portar armas. Pero una cosa muy distinta es sacar una pistola en un partido de fútbol.
Mira acá abajo el insólito episodio.