Viejo Pascuero cambió el trineo por avión

En las nubes, pero siempre con los pies en la tierra, vivieron esta navidad por adelantado los peques de la Fundación Don Bosco, que les tiende una mano a chiquillos en riesgo social.

La pulenta movida fue organizada por los titanes de Sky Airlines, los que se enteraron que varios niños nunca antes habían volado, por lo que se paletearon con un pique desde el Aeropuerto Pudahuel en Chago.

"No tengo miedo de volar, nunca lo he volado, pero he visto en la tele y no creo que me dé miedo", chachareó el valiente Dylan, de apenas 5 añitos.

La sorpresa fue mayor para los pitufines, ya que cacharon que el mismísimo Viejo Pascuero iba con ellos arriba del pájaro de metal, por lo que quedaron doblemente sorprendidos a la hora de despegar.

"Esta actividad es muy especial. Son niños con muchas carencias y que ven la simpleza de las cosas en la vida, se sorprenden con poco y eso hoy en día es difícil de encontrar. El espíritu de la Navidad es entregar esos valores y ojalá mantenerlos durante todos los días del año", regaló a La Cuarta el viejito pascuero.

El destino no fue el Polo Norte ni la fábrica de juguetes, fue nada más y nada menos que Puerto Montt, ciudad que recorrieron por la costanera y manyaron de lo rico.

"Son oportunidades que no tienen todos los días ya que son niños vulnerables. Esta es una experiencia nueva en sus vidas y que de seguro no olvidarán. Al principio estaban asustados, pero a medida que avanzaba la actividad se les pasó y fue solo felicidad", agregó la sicopedagoga Tamara Sánchez, tutora infantil del grupo de angelitos que voló por primera vez en su vida.

Antes de abordar de vuelta el avión a Santiago, el tatita barbón decidió adelantarles la Navidad y abrió su saco rojo de regalos, pasándoles varios presentes y recordándoles que deben portarse bien durante el año para que los vuelva a visitar el 2016.

"El Viejito me regaló un mono (IronMan). Me gustó mucho, aunque yo quería una tablet. Igual no más voy a jugar con él todo el año", indicó con la tremenda sonrisa el pequeño Aaron.

Los angelitos aterrizaron justo cuando se escondía el sol. Se despidieron de Santa y se fueron a dormir luego de vivir uno de los días más mágicos de sus enanas vidas.

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