La caída de “El Chino” estuvo marcada por una extensa investigación tras el crimen ocurrido en enero de 2021.
Este miércoles fue detenido el principal sospechoso de haber efectuado el disparo que acabó con la vida del inspector PDI Luis Morales Balcazar.
Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves 7 de enero de 2021, en medio de un procedimiento realizado en la localidad de Pidima, comuna de Ercilla, región de La Araucanía.
Morales Balcazar pertenecía a la dotación del Equipo de Reacción Táctica (ERTA) de Iquique, y había sido convocado como apoyo para el operativo de la Brigada Especializada Antidrogas que ingresó a la zona rural.
Ese día, el funcionario de la PDI fue uno de los ocho que resultó con lesiones. Él, sin embargo, recibió un impacto de bala a la altura de su cuello, herida que al poco andar le quitó la vida.
Según anunciaron desde la Fiscalía de La Araucanía, el hombre que habría efectuado el disparo sería Alejandro Líguen Venegas (24), apodado “El Chino”. Tras su detención, se le encontró un arma compatible con la usada en el crimen.
Cayó “El Chino”
Según reveló La Tercera PM, la intervención telefónica fue clave para dar con el paradero de este criminal.
De acuerdo a los antecedentes, la mayoría de los contactos que se rastrearon en la zona durante el operativo policial iban dirigidos a Líguen Venegas, vecino del sector de la comunidad mapuche de Chacaico, ubicado a pocos metros de Temucuicui.
De este modo, las pesquisas de la PDI se orientaron a los llamados de Líguen y su entorno.
En medio de la investigación, también se determinó que el sujeto adquirió un arma de guerra en octubre del 2020. De hecho, se la compró a un hombre que había sido condenado por el delito de tráfico de drogas y armas en Temuco.
Además, por medio de órdenes judiciales, se logró intervenir el Facebook del imputado, quien por chat contactó a un tercero para comprar las municiones que usaría para su “trabajo” de protección a la comunidad Temucuicui.
Vínculo con gendarme e incendio
Otro dato relevante de la investigación es el presunto vínculo entre el imputado y Juan Concha Sepúlveda, un cabo de Gendarmería que fue detenido en septiembre de 2021 por el tráfico de armas y municiones, que son del mismo calibre que mató al detective Salazar.
En el marco de la investigación, también se intervinieron los teléfonos de su pareja y de su madre.
El día 7 de marzo de 2021, días después del reconocimiento realizado por PDI en el sitio del suceso, Marcela Isla Isla, mamá del imputado, realizó una llamada a una tercera persona. En esta charla comenta que en el exterior de su domicilio había un incendio y que este tenía como objeto borrar evidencia.