Violento y fanático de cazar pokemones: ¿Quién es el imputado por el crimen de dos hermanos?

Fernando Behm del Campo deberá permanecer en prisión preventiva durante los próximos siete meses. Quienes lo conocieron en distintas facetas, lo describen como una persona extraña.

Fernando Behm del Campo (29), único imputado por el crimen de dos hermanos en El Bosque, deberá permanecer durante siete meses en prisión preventiva. Esto, luego de ser acusado del doble homicidio y violación de una menor de edad.

Respecto a las personalidad del sospechoso, quien vivía como alojado en la casa de las víctimas, distintas personas que lo conocieron entregaron pistas de su extraño comportamiento.

Una de los relatos más cuestionados es el que entregó su madre. De acuerdo a la mujer, su hijo sufriría esquizofrenia.

"El Fernando nunca fue una persona normal. En ningún colegio me lo recibían porque tenía un grado de autismo, después le descubrieron la esquizofrenia y así pasó de un colegio en otro (...) me lo diagnosticaron que tenía triple personalidad, que vive en un mundo de fantasía y que quiere llevar a la realidad", contó Alejandra del Campo.

En diálogo con Bienvenidos, la mujer recordó que "lo empezaron a medicar como a los 8 años por orden del psiquiatra y psicólogo. Me hijo hacía cosas que no correspondía; le pegaba a los profesores, le pegaba a los demás niños. Fernando no aprendió a leer hasta los 15 años, que le enseñé yo en la casa".

Además, contó que su se creía "un salvador del mundo, se cree un súper héroe, el padrino, batman, se cree todo".

Consultada sobre la vestimenta de mujer que portaría Fernando, su madre aclaró que "asumió a la edad de 27 años que él era gay. Había tenido parejas mujeres, pero no le llamaban mucho la atención. Una vez vi un video donde estaba jugando con sus amigos que eran mujeres y ahí le pregunté y me confirmó".

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Violencia y torturas

Otro impactante relato fue el que compartió una ex compañera de trabajo de Behm, quien se desempeñó como guardia de seguridad.

Desde el anonimato, la mujer dio cuenta de extraños comportamientos del sujeto, quien a simple vista se mostraba "callado y muy humilde".

"Yo soy una ex compañera de trabajo de él. Mostraba otra faceta. Era tímido, callado, muy humilde, pero a la hora de salida, a la hora de confianza, siempre mostraba videos", reveló al matinal de Canal 13.

"El video que más me llamó la atención fue uno cuando tenía a un joven en un cuarto, desnudo y lo retaba", añadió. A modo de contextualizar, la mujer confirmó que la persona grabada habría estado robando en el local donde trabajaban.

Sobre su trabajo como guardia, la entrevistada contó que el sospechoso "era el primero en salir a detenerlos, porque él se creía un superhéroe. Él siempre contaba que estaba contra la delincuencia, todo lo que era delito".

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Durante la búsqueda de Fernando Behm, se dio a conocer que ya contaba con denuncias por acoso, violencia y abuso sexual.

Uno de los casos se dio en la comuna de El Tabo, donde también vivió como alojado e intentó abusar de su amiga Camila. "Intentó abusar de mí. Yo avisé a la justicia. Cada vez que pasaba algo, llamaba. Yo me acercaba a la comisaría, pero nunca se hizo nada. Tuve que funarlo por redes sociales", contó la mujer al citado matinal.

"Él es una persona que demuestra ser buena y por dentro está lleno de maldad. Es una secuela que él lleva de toda su vida, sabe manipular muy bien a las personas", añadió.

Cazaba pokemones

Alicia, otra mujer que lo conoció en el litoral central, contó a Contigo en La Mañana que "a veces se levantaba, a veces no se levantaba. Se la pasaba con su celular, matando unos pokemones. Después me decía 'tía voy a bajar, pero vuelvo luego'. Bajaba como a las 9 de la mañana y no llegaba hasta la noche. 'Beno, ¿almorzaste?', le preguntaba. 'No, estaba en la playa cazando pokemones', me decía".

Para su cumpleaños 28, Fernando celebró con una torta alusiva a la serie japonesa. El día del crimen, el sujeto llevó su consola de play hasta la casa de su madre. De acuerdo a la mujer, su hijo se encerraba y jugaba durante horas, limitando al extremo su vida social.

"El último día que vi a mi hijo fue ese día que se cometieron los hechos. En la tarde fue a dejarme un juego de play. Lo vi, no me dio la cara en ningún momento. En ese momento estaban sudado, caminaba de un lado para otro sin control. Dijo que estaba apurado, que si llegaba tarde la señora de la casa lo retaba. Yo quise retenerlo, pero sin saber lo que estaba pasando", cerró al mujer.

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