La Cuarta conversó con trabajadoras y trabajadores que contaron sus experiencias en la vuelta y cómo vislumbran el panorama ahora que las obras han comenzado a reactivarse.
La vida de los chilenos cambió completamente en marzo con la llegada del coronavirus.
Encerrados en la casa, con mascarillas para todos lados, algunos con Covid-19 o sabiendo de algún familiar o cercano que la pasó mal con el maldito bicho, o lamentablemente que perdió la vida.
Y con la reapertura hace algunos meses, paso a paso, para evitar contagios, se dio inicio a una vida en "modo Covid", una que también llegó a las pegas, ya que muchos volvieron a sus trabajos.
Uno de los lugares que se reactivó con el desconfinamiento fue la construcción, donde en el peak de la pandemia hubo más de 900 proyectos paralizados en todo el país. Para que se haga una idea, desde octubre del año pasado hasta ese momento se llegaron a perder 380.000 puestos de trabajo.
Es por eso que para muchos la vuelta al laburo significó un respiro en lo económico, y también una disminución del estrés de estar tanto tiempo encerrado.
La Cuarta conversó con trabajadoras y trabajadores de distintas obras de la Constru, quienes revelaron cómo ha sido esta vuelta, cómo vivieron el encierro y qué esperan para el futuro (ver recuadros).
Para evitar contagios masivos, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) implementó un sistema de gestión sanitario, que se basa en el Protocolo para Obras de Construcción, y que incluye una aplicación móvil de seguimiento de georreferenciación de las obras, canal de comunicación con los vecinos, entre otros.
El Protocolo Sanitario contempla medidas y recomendaciones para disminuir las posibilidades de contagio de Covid-19 en las obras y entre otros considera la toma de temperatura, lavado periódico de manos, uso de mascarilla, cambio de los hábitos de trabajo y procedimientos.
Y les ha funcionado, ya que la construcción tiene una tasa de contagio de 2 por cada 1.000 trabajadores, muy por debajo de la que se registra a nivel nacional. Por eso el gremio asegura que la constru es una actividad segura y que para reactivar la economía todas las grúas deben volver a funcionar.
Los casos
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