Carolina relató lo sucedido hace un par de semanas y aseguró que el responsable sigue merodeando la zona. “Lo vi caminando normal”, aseguró.
Un impactante testimonio compartió Carolina Palma, amiga de Wilmer González (22), quien fue asesinado hace un par de semanas en el cerro Santa Lucía.
De acuerdo a los antecedentes, el homicidio se produjo cerca de la medianoche del miércoles 18 de enero, cuando un sujeto se les acercó para pedir un cigarro.
Tras la negativa de González, el delincuente sacó un arma de fuego, amenazó a la pareja y les exigió sus pertenencias. Sin embargo, el joven extranjero volvió a oponerse, motivo por el que le dispararon mortalmente.
Respecto a lo sucedido en aquella jornada, Carolina relató a 24 Horas que “llegó un colombiano, porque hablaba como colombiano, se acercó y nos dijo si teníamos un cigarro. Nosotros le respondimos al mismo tiempo que no, porque no fumábamos cigarro. Después se fue, pasó menos de un minuto, volvió, sacó una pistola y empezó a apuntarnos a los dos”.
“Lo sentía como que estaba detrás de nosotros y de repente apareció”, agregó.
Además, recordó que “Wilmer seguía tratando de quitarle la pistola, forcejeando y él le disparó dos veces. Yo estaba en shock, no sabía qué hacer, en verdad no lo creía y decía ‘no, mi amigo está vivo, está vivo’”.
Por su parte, Diego Muñoz, empleador de Wilmer, explicó que “él trabajaba bastante. En la mañana era preparador físico, en la tarde trabajamos acá en la barbería y en la noche era bailarín. Era una persona comprometida, esforzada. La verdad es que perder a un compañero que es una buena pieza, un buen elemento, nos toca a todos”.
Habría visto al asesino
Si bien hasta ahora no hay detenidos por este crimen, Carolina reveló haber visto al asesino caminando por a pocos metros del sitio del suceso.
“Lo vi caminando normal, como por la falda de donde pasó, en la vereda donde está la reja. Lo vi caminando normal, anda con un bolsito. Estoy súper triste, de hecho no quiero ni salir”, concluyó.
Por lo pronto, los amigos de Wilmer González están realizando rifas para poder repatriar su cuerpo o traer algún familiar a Chile.
Al respecto, su exjefe contó que “cuando nos encontramos con el cuerpo nos dimos cuenta que las únicas personas cercanas éramos nosotros, y ahí empezamos a hacer los contactos y no había nadie, así que su cuerpo está en el Servicio Médico Legal hasta que se consiga una firma directa de su familia”.