El pastor Ricardo Cid (43), el mismo que hacía llover pepitas de oro julero en su templo, ahora amenazó con pegarse un balazo frente a La Moneda si los carabineros lo vuelven a corretear junto a sus arcángeles.
El profeta de la iglesia evangélica Impacto de Dios y sus 6 guardaespaldas el miércoles en la noche fueron detenidos por el manso boche que tenían en la esquina del Paseo Bulnes y Cóndor.
El obispo y sus ángeles de la guarda ayer fueron formalizados por desórdenes públicos y fueron liberados con la condición de no volver a predicar en la calle.
Sin embargo, apenas salió del tribunal, el pastor avisó que seguirá zapateando y gritando en la Plaza Almagro, y levantó el puño para maldecir al alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett.
"Me siento terriblemente perseguido por el señor Zalaquett. Por su culpa ahora no puedo ni sentarme en una banca de Santiago. Si Jesucristo predicó en las plazas, por qué yo no puedo hacer lo mismo. Soy el obispo más joven de Chile y del mundo", dijo Cid.
El profeta dijo que si lo vuelven a corretear se va a matar con el auspicio del Pulento.
"En el nombre de Dios me voy a pegar un balazo en la bandera grande que puso Piñera frente a La Moneda", avisó el pastor Cid, quien aseguró a La Cuarta que en Chile lo sigue un millón de personas y que en el resto del planeta tiene engrupidos a otros 9 millones de terrícolas. "He viajado a todos los países del mundo y en el sur tengo montones de iglesias", contó.
Antes de irse en cana, Cid ya había tenido varios encontrones con el alcalde de Santiago, debido al bochinche junto a sus feligreses, afuera de un galpón ubicado en el centro de Santiago.
"Lo voy a sacar de la comuna a como dé lugar. Llegaré hasta las últimas consecuencias", estriló esa vez el edil, con los choros fuera del canasto, y hasta el momento lo ha logrado.