Vuelco en caso Cangri: testigo clave echó al agua a Sebastián Cornejo

Luego de ser detenido por la policía boliviana y golpeado al interior del cuartel, Narciso Villca Esquivel, más conocido como "Chulu", contó su verdad sobre lo sucedido el pasado 19 de febrero, en la antesala de la muerte de Sebastián "Cangri" Leiva y Germán Gundián.

En entrevista con Mucho Gusto, el ciudadano boliviano explicó desde el hospital de Potosí que se subió a la camioneta donde iban los mencionados chilenos gracias al contacto de "Axel Díaz, no sé si es su nombre verdadero (...) yo quería retornar a mi país porque yo había ido a buscar trabajo. Y como no tenía efectivo para mi estadía allá, busqué el método de retornar a mi país".

"Yo lo llamé señor Axel, para que me pudiera hacer un contacto para salir a Bolivia. Yo estaba con todo mis documentos al día, en Calama", explicó el hombre que acompañó en el viaje a la frontera a Leiva, Gundián, Cornejo y el hermano de Díaz, quien según su relato fue quien los asaltó.

"Me subí al auto sin ningún temor. Yo no me imaginaba que podía ser un paso inhabilitado (...) empezaron a hablar de cosas de contrabando, tráfico de armas, cosas de drogas", dijo, sobre la charla entre Gundián y Leiva.

Desde el centro médico, "Chulu" recordó que "salimos a una pampa, y había una camioneta volcada. Yo logré fijarme que esa camioneta ya estaba de hace tiempo, a unos 100 o 150 metros de esa camioneta, el señor de polera roja (Gundián) dijo 'necesito echar la corta'. Ahí es cuando el otro señor (Díaz) actúa. Saca su pistola, y le apunta al chófer. Yo estaba bajándome y se da la vuelta y me apunta a mí y me dice 'tú no puedes bajarte'".

Pese al violento actuar de Díaz, Villca Esquivel aseguró que éste nunca disparó el arma. Esta parte del relato se contradice con los dichos de Sebastián Cornejo, quien acusó del asalto a dos bolivianos y que, incluso, aseguró que de no ser por la protección del vehículo, hubieran sido heridos por las balas.

Sobre lo que vino después, "Chulu" reveló que el asaltante "me obligó a manejar el vehículo, porque según él no podía manejar. En ese momento no me quedaba de otra que manejar".

"Seguimos manejando, entonces, él venía en el asiento de atrás, hurgando las mochilas (...) subí la montaña, una pequeña subida con curvas. En una de las curvas, con los nervios que traía, no pude maniobrar, se pincha la rueda trasera y yo seguí manejando. Seguimos viniendo, el vehículo ya no corría más. Llegamos a un bofedal y ahí lo dejé. Arranqué por la montaña", contó.

"Cuando me di cuenta, él también estaba corriendo detrás", dijo, sobre el escape de Díaz luego de intercambiar la camioneta robada. Presuntamente, el vehículo era esperado por un policía altiplánico.

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