No hay que llorar, que se puede tirar pinta como en un carnaval.
Más que cuñis, Marisel Pérez Ávila (47) e Hilda Maldonado (36) descubrieron que podían ser las mejores socias del mundo.
Luego que, lamentablemente, partió de este mundo su mami, Marisel buscó algo que la sacara de la pena. Así fue como se puso a diseñar aritos. Seca p'al dibujo, a la diseñadora de vestuario no le costó irse en la volá y rayar bosquejos onderos. Y fue ahí que Hilda completó la otra mitad de la pega, al confeccionar los pendientes.
"La gracia es que hacemos diseños únicos. O sea, la gente a veces me pide que le repita algunos de nuestra colección, pero me aburre. La gracia es que cada uno sea original", cuenta Marisel el secreto de "Carnavalera", la pyme que con la pandemia se volvió el "bum" del accesorio.
"Antes vendíamos en oficinas, pensábamos que a la gente le gustaba ver, probarse. Pero ahora nos ido mejor, por la facilidad de la web", dice la "Mari", que desde que creó la cuenta @carnavalera.chile en Insta tiene más pega que vocal de mesa.
Sus aros son pequeñas obras de arte. "Los hacemos bordados con mostacillas, piedras, cristales", agrega la busquilla que antes incursionó en los chocolates, los ceviches y hasta el pisco sour, pero descubrió que la vida es un carnaval y por eso el nombre en honor a la colorinche Celia Cruz, que en paz descanse. ¡Azúuuucar!
Los pendientes van entre las 8 y las 18 lucas y se pueden pedir de un día para otro. Aunque siempre se puede escoger entre uno del book, la gracia es que se vaya en la volá con su propio modelo. Acá los sueños, de verdad, que se hacen realidad.
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@carnavalera.chile en Instagram. Reparten a todo santiago por $2.500 extras.
También llegan a toda la patria colorinche por medio de Starken.