Ya no se conserva en alcohol

Keith Richards (74), el legendario guitarrista de los Rolling Stones, reveló que no tomará nunca más en su vida. Deja así una vida marcada por la fama, los excesos y extraños mitos.

"Era hora de dejarlo". Con esa frase Keith Richards (74), el legendario guitarrista de los Rolling Stones, reveló que no tomará ni una gota de alcohol más en su vida. Una que ha estado marcada por sus excesos.

Sobre el inglés, que es junto a Jagger el motor creativo de la banda, hay muchos mitos. Una de las más famosas es que el músico habría mezclado las cenizas de su padre con cocaína y se las habría inhalado. Algo que el mismo desmintió. Bueno, a medias...

"Planté un robusto roble inglés para esparcir las cenizas de mi padre alrededor. Cuando estaba abriendo la tapa de la caja, una ligerísima nube de cenizas fue a aterrizar sobre la mesa. No podía apartarla sin más, así que la recogí con la yema del dedo y esnifé los restos. Polvo eres de padre a hijo", contó en una ocasión.

No es lo único que se ha dicho del veterano guitarrista. También circuló que se había sometido a un tratamiento de hemodiálisis para filtrar las sustancias tóxicas de su cuerpo. O que en dos ocasiones quemó su casa por desmayarse con un cigarro en su boca.

En su libro autobiográfico "Vida" Keith, que tiene dos hijos y está casado con Patti Hansen desde 1983, confesó que creó la famosa canción "Satisfaction" medio dormido.

"No tenía ni idea de que la había escrito y, gracias a Dios, ahí estaba la grabadora Philips. El milagro fue que esa mañana se me ocurrió fijarme y entonces me di cuenta. Me acordaba perfectamente de haber puesto una cinta nueva la noche anterior, y la cinta estaba al final. Así que la rebobiné y ahí estaba "Satisfaction"", detalló.

Richards, que fue detenido en varias ocasiones por posesión de drogas durante su legendaria carrera repleta de fiestas y descontrol, confesó que le debe a su abuelo Gus su amor por la música. Y que gracias a su madre logró una gran formación artística: ya desde niño escuchaba discos de Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Louis Armstrong.

Sobre sus excesos, señaló que "durante diez años fui el número 1 en la lista de quién sería el próximo en morir. Me sentí decepcionado cuando me caí de esa lista", contó el músico que ha hecho y probado de todo en la vida.

Sobre su relación con Mick Jagger ha dicho que es como su hermano. "Algunas veces desprecio al hombre, otras, amo muchísimo a ese tipo. Es como tu hermano. Nunca tuve uno, así que él es mi hermano. Así está la cosa. Dios lo bendiga", indicó a la revista Esquire.

Pero su fama de chico malo ha sido suavizada con la llegada a su vida de sus cinco nietos. Incluso, lanzó un libro para niños. "El lazo especial que se crea entre niños y abuelos es único y debería valorarse", aseguró.

Cuando le preguntaron sobre qué sentía al dejar el alcohol, aseguró que "no siento ninguna diferencia realmente. Salvo que no bebo".

Es que para uno de los compositores, cantantes y guitarristas más célebres de la historia, que fue de casa a los 17 años sin el apoyo del padre, hacerse viejo es un asunto fascinante. "Cuanto más mayor te haces, más mayor quieres ser", reveló.

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