Carlo Siri, dueño del boliche en Alameda, contó que ahora el letrero dirá "Antigua Fuente". Pero tranqui, seguirán los mismos trabajadores y los clásicos sánguches.
Seguramente fueron muchos los comensales que al pasar por la Alameda, muy cerquita de Plaza Italia, se metieron de una a la Fuente Alemana, la mítica sanguchería del centro que está ahí desde el nacimiento de esa avenida en 1957.
Pero si se da una vuelta estos días, quizás quedé cachudo, ya que no se ve el tradicional letrero con las letras del boliche, sino un lienzo que dice "Antigua Fuente".
Carlo Siri, dueño del local que tiene toda una tradición familiar, reveló a La Cuarta que todo se derrumbó con su socio, y que ahora seguirá solito en el boliche del centro.
"Nuestra sociedad tenía más de 60 años, y bueno habían unos problemas como en toda sociedad, pero fruto del estallido social y la pandemia decidimos separarnos. La marca Fuente Alemana quedó en el local de Pedro de Valdivia, y nosotros ahora nos llamaremos Antigua Fuente, para que la gente ya se vaya acostumbrando", detalló.
El hombre de negocios también soltó que los trabajadores, en su mayoría mujeres jefas de hogar, seguirán partiéndose el lomo en ese lugar.
¿Y qué pasa con la comilona? ¿La mayo seguirá igual, los sánguches perderán su gracia? Carlo llamó a la calma y explicó que "seguirán los mismos de siempre, que han visto siempre, estaré yo ahí mismo atendiendo, y las recetas se mantienen".
Sobre su apertura, señaló que "sería ideal si pudieramos abrir de acá a fin de mes, y sino ya sería para el 5 de octubre. La idea también es atender con delivery y la gente que quiera ir al lugar, por ahora pueden entrar 15 personas, y pusimos al interior una barrera entre los clientes y las señoras, de tal forma que no es invasiva, sino que se da la interacción todavía, es una mampara y por debajo se entregan las cosas".