“Me mostraban (por la cámara) y decían ‘mira como tenemos a esta mina’ y se reían”, lamentó la joven.
Un impactante testimonio compartió la joven que denuncia haber sido víctima de una violación masiva por parte de un grupo de entre ocho y diez cadetes de Cobreloa al interior de la Casa Naranja, el refugio de los canterano mineros.
Se trata de un hecho ocurrido en septiembre de 2021, cuando la mujer tenía 18 años.
“Me pegaron cachetadas, me pegaron con un cinturón, me ahorcaron con ese mismo cinturón. Eran bastante violentos”, recordó la víctima, en diálogo con T13.
Asimismo, contó que “yo llegué a esa casa como a las 22.30 horas, me invitó un amigo que yo tenía en ese tiempo, porque era 18 de septiembre y se trataba de un asado”.
Según reconoció la joven, el ataque sexual se dio tras el consumo de alcohol y drogas por parte de todos los presentes.
“Yo fui con uno al baño, y llegando al baño me encuentro que hay dos personas más. Ahí intento salir del baño, pero me toman de los brazos y me llevan a una pieza. Ahí habían más personas”, relató. “Yo estaba shockeada, por eso no hice nada”, complementó.
De paso, confirmó que hubo grabaciones por videollamada mientras se cometía el ilícito: “Me mostraban (por la cámara) y decían ‘mira como tenemos a esta mina’ y se reían. Me sentía mal, me sentía sucia, pero yo decía que si me dejaba iba a ser más rápido. Si me oponía podían hacer algo peor”.
“Uno de ellos tenía el cinturón puesto, se lo sacó y me lo puso en el cuello y me empezó a ahocar. Después me pegaban con el mismo cinturón”, continuó.
Denuncia
Al día siguiente, la víctima decidió denunciar el hecho a Carabineros. De paso, se realizó los exámenes pertinentes para este tipo de situaciones.
Pese a la gravedad del hecho y a los “signos físicos sugerentes de violencia sexual flagrante” que reveló el informe médico, el caso quedó en nada.
Así lo explicó María Elena Saavedra, madre de un exjugador de cadetes de Cobreloa que se contactó con dirigentes del fútbol y algunos diputados para dar cuenta de esta grave agresión sexual. De no ser por ella, la indagatoria no habría avanzado.
“Tenían que entregarse todos los antecedentes, pero eso nunca ocurrió”, dijo la mujer, quien acusó al club.
En entrevista con el citado medio, Fernando Ramírez, ex presidente de Cobreloa, reconoció que “terminamos premiando a jugadores que cometieron un delito y que no merecen estar en donde están. Y yo caí en eso, porque yo le hice contrato a algunos de ellos”.
En vista de los antecedentes, el fiscal regional de Antofagasta ordenó reabrir el caso. Además, instruyó una investigación administrativa para indagar si existió alguna irregularidad en el Ministerio Público local.
Por su parte, el director de la PDI ordenó dos sumarios.
“Espero que ahora sí me ayuden y me crean”, sentenció la joven desde el anonimato.
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