El pasado martes, una pareja que transitaba por San Bernardo fue abordada por tres vehículos que comenzaron a dispararles, buscando robarles. Lograron escapar del ataque, pero Sebastián, el padre, recibió un balazo en la cabeza.
Fue el martes por la noche que se desató la imprevista tragedia. Sebastián Medel y Valentina Bascur iban junto a sus hijos, una niña de 13 años y otro de tres, a bordo de su vehículo por la comuna de San Bernardo, cuando sintieron el primer estallido. Se trataba de un balazo. Luego otro, y otro. De pronto notó que tres autos los seguían.
Bascur entregó más detalles del cruel episodio que vivieron, en conversación con Las Últimas Noticias. Allí, por ejemplo, comentó que la noche del ataque, como había ocurrido en otras ocasiones, iban a la comuna de El Bosque a dejar a su padre. Un trayecto que les tomaría, como mucho, unos quince minutos.
Entonces Sebastián, su pareja, reparó en algo extraño: “Yo no me había dado cuenta. En todo caso, fue una cosa de segundos”. Claro, los estaban atacando.
Entonces, Valentina atinó a hacer lo único que se le ocurrió en ese momento: retirar a su hijo más pequeño de la silla de seguridad y esconderlo entre los asientos. “Usé mis piernas como escudo para proteger a mi hijo. Él se quedó agachado, sin entender nada”, subrayó.
Luego, cuando cayeron en cuenta que no era sólo un auto sino más, tomó por la espalda a su hija contra sí misma para que no le llegaran balazos a su rostro. Pero pasaba algo raro: conforme avanzaban, Sebastián perdía el control del automóvil: “Vi que el Seba se estaba yendo para el lado de ella mientras perdía el control del volante. Yo gritaba que reaccionara porque nos íbamos a estrellar. Le pedía que mantuviera el manubrio estable”.
Al ver que su pareja no era capaz de responderle, Valentina agarró el volante y se estrelló contra otros dos vehículos que pasaban entonces por Gran Avenida. De algún modo, eso frenó a los tipos que les seguían. “Nos querían robar el auto porque eran tres vehículos”, sostuvo la mujer. Y más tarde dijo que no fue capaz de ver el rostro de los delincuentes, porque “llevaban los vidrios polarizados”.
Entonces, vino lo más difícil de la jornada. Habiendo cesado el ataque, Valentina intentó abrir la puerta del lado de su pareja. “Pero estaba cerrado…, fue ahí cuando me dijo que le dieron en la cabeza”.
“Perdió la consciencia, que fue cuando le llegó el disparo y por eso no podía tomar el control del auto”, continuó.
Al respecto, Valentina comunicó en la conversación que su pareja al día de hoy se encuentra “grave, pero estable”.
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