"Yo nunca los abandoné, los llamaba todos los días..."

En el Servicio Médico Legal, vestida de luto y con los ojos enrojecidos por el llanto, permanecía en estado de shock Angélica Beatriz González, mamá de R.A.M.G. (16), el adolescente que la noche del martes mató a su hermano Manuel Muñoz (19) (en el recuadro) de una puñalada en el tórax porque éste quiso usar su juego de carreras de autos "Need for Speed" del PlayStation.

La dueña de casa, de 39 años, estaba destruida. "Imagínese cómo me siento, tengo un hijo muerto y el otro quedó preso por matarlo", se desahoga mientras su actual pareja, Óscar Salas, comerciante en ferias libres de La Granja, la consuela, y su hijo menor, Luis, le da un beso en la frente, mientras esperan la entrega del cuerpo de Manuel.

Angélica, es nacida y criada en Mulchén, tiene cinco hijos y vive hace 15 años en Puente Alto. Explica que por necesidad de trabajo y porque no contaba con ayuda del padre de sus hijos, dejó a sus retoños en un hogar del Servicio Nacional de Menores (Sename). Eso, hasta que se topó con la belga Valerie Michael, quien era voluntaria en el recinto y le ofreció ayuda. Fue por esta razón, según la progenitora, que los menores vivieron durante 10 años en calle Suiza en Providencia y estudiaban en el colegio Profesor Guillermo González Heinrich.

"Quería que mis hijos tuvieran un futuro mejor. Pero yo nunca los abandoné, eso no es cierto. Yo los llamaba todos los días y nos juntábamos los fines de semana. ¡Lo que pasó ahora no lo entiendo, no lo entiendo!", asegura la mujer, quien hace poco compró una casa en Mulchén para irse a vivir con sus hijos cuando terminaran los estudios.

Angélica cuenta que el sábado R.M. se llevó de la casa el PlayStation de la muerte. Ese día la familia celebraba el cumpleaños del hermano mayor, Carlos. "Manuelito no pudo ir porque tenía que hacer una tarea. Él quería ser carabinero, aunque a veces me decía que quería ser abogado", explica sollozando mientras permanece a la espera de la entrega del cuerpo de su retoño.

Los vecinos de calle Suiza estaban consternados por el crimen. "Eran cabros sanos, tranquilos y bien criados", cuenta una vecina. Los hermanos vivían junto a otra pareja de hermanos (Juan Esteban y Jimena Rosas). Los jóvenes estaban solos porque Valerie Michael tuvo que viajar a su país a hacer unos trámites.

"Ellos eran pura risa y se portaban bien. Por eso que la señora Valerie dejaba a Juan Esteban, el mayor de todos, a cargo de la casa", asegura otra vecina conmovida con el drama.

Se espera que la ciudadana belga regrese hoy al país.

MENOR IMPUTADO SE MANTUVO FRÍO E INDIFERENTE DURANTE FORMALIZACIÓN

Tranquilo, relajado y hasta indiferente estaba R.A.M.G. El menor ni siquiera soltó una lágrima por el manso condoro que se mandó. El fiscal Jorge Reyes contó la papa en la audiencia.

Los hermanos venían de comprar en un supermercado cuando se agarraron a combos. R.A.M.G. no le quiso prestar un juego para la consola y Manuel, ofuscado, le pateó el control del equipo.

Ambos se golpearon desde el living hasta la cocina, donde el menor apuñaló a su hermano con un cuchillo que encontró en el suelo.

Luego pidió ayuda. El menor fue formalizado por homicidio simple y quedó con internación provisoria en un centro del Sename.

COMPARTIR NOTA