A 100 días del terremoto, las personas que emocionaron al país con actos heroicos o relatos llenos de inocencia lentamente están retomando el ritmo de la vida que llevaban antes del cataclismo.
Si bien algunas localidades completas fueron devastadas, la ayuda de voluntarios, autoridades y sus propios vecinos ha permitido que gran parte de los damnificados pueda volver a ponerse de pie, como si todo el desastre fuera un mal sueño.
"Yo nunca le tuve miedo al mar, sólo le pido a mi papá que se cuide cuando sale a pescar", aclaró el famoso Víctor "Zafrada" Díaz (8), quien de a poquito va perdiendo los nervios cuando su taita se embarca a la pega en Iloca.
"Inicialmente quedó medio traumado con el tsunami, pero se le ha ido pasando", contó su mamá, Jacqueline Concha (43), contenta porque tras el desastre natural han recibido innumerables muestras de apoyo, afecto y solidaridad.
"Es extraño, pero a través de la tragedia y la tristeza llegó una gran alegría. Debe ser obra de Dios, porque hemos sentido el cariño de mucha gente desinteresada", explicó Jacqueline, quien le ayuda a su marido y le limpia y filetea los pescados.
La familia Díaz Concha ahora vive en una casita que le regaló un programa de la tele, cerca de donde se ubicaba su antiguo palacete que por los daños fue demolido. El papá de "Zafrada", que también se llama Víctor, trabaja de forma intermitente, porque todavía no tiene bote.
Acostumbrado a ser reconocido en la calle, el chicoco negó terminantemente que le moleste que le digan por su apodo. "Él sabe que la gente lo saluda con cariño y buena intención, lo que pasa es que hay gente que no sabe acercarse a un niño", aseguró su mamá.
Chocha con el reconocimiento que ha experimentado su retoño tras el desastre, la mamá ahora quiere patentar el apodo de su regalón, porque parece que alguien se avivó e inscribió el nombre "Zafrada".
"Pronto vamos a viajar a Santiago para solucionar bien el tema y acreditar que la palabra "zafrada" es de Víctor. Nos está ayudando gente de la Universidad de Chile, que le va a hacer una página web", adelantó.
HÉROE
Otro de los rostros que marcó a los chilenos fue del cabo segundo José Arévalo, quien se avispó durante su servicio en la Tercera Comisaría de Pichilemu y gracias a su oportuno aviso de maremoto salvó decenas de vidas.
"Mirando hacia atrás, siento satisfacción de haber cumplido con mi deber y así poder ayudar a la gente, tras permanecer un mes en Pichilemu prestando apoyo al Plan Cuadrante", recordó el héroe uniformado.
"Son recuerdos que jamás olvidaré, haber podido salvar a gente que estaba en peligro. Creo que fue muy oportuno el haber gritado por el megáfono del Z (carro policial) que conducía esa noche", sostuvo el poli, quien actualmente está perfeccionándose en la Escuela de Suboficiales.
"LA VICKY" SE LEVANTA CON VOLUNTARIOS
Los vecinos de Pedro Aguirre Cerda se tomaron en serio la labor de reconstruir su comuna tras el fatídico 27 de febrero.
Los niños están de cabeza haciendo trabajos voluntarios en La Victoria, uno de los lugares más afectados por la catástrofe.
Para la iniciativa aparecieron más de 300 maestros chasquilla y soldadores al arco que se encargaron de apañar en la desgracia a los más de 6 mil damnificados que dejó el megaterremoto en la comuna.