Tal como el 2006 Zidane se ganó el premio limón, cuando en la final de Alemania le chantó feroz cabezazo a Materazzi, Mark Renshaw también entró al olimpo del cumerío por repetir la ordinariez en el Tour de Francia.
Renshaw no encontró nada mejor que golpear al neozelandés Julian Dean, para que éste perdiera segundos en el sprint final y su compañero del equipo Columbia Mark Cavendish, se quedara con la 12º etapa corrida ayer entre las localidades Sisteron y Bourg-les-Valence.
La patraña casi pasó piola, pero menos mal que los jueces cacharon las imágenes de la tele donde se veía clarito al muy canalla recurriendo al viejo truco. Por lo mismo, la justicia tarda, pero llega, así que el pillo fue descalificado.
"Está fuera. Vimos el video una vez y fue evidente. Cabeceó a Dean como en una carrera de keirin", dijo el director técnico del Tour, Jean-François Pescheux, quien luego agregó que "esto es ciclismo, no lucha. Todos podrían haber terminado en el suelo".
Pese a que en un primer momento el pedalero prefirió hacerse el gil y negar el hecho, las imágenes fueron elocuentes y no le quedó otra que asumir que metió la cabeza al inodoro completamente.
"Lamento mi gesto", tiró dolido con cara de clemencia, pero el director de la carrera decidió mantenerse firme y descharchetó la idea de dar un perdonazo al pastelito.
"Aprecio sus diculpas, pero el tema está absolutamente cerrado. Él debe pagar por lo que hizo, ya que puso en riesgo a muchos corredores", remachó Pescheux.
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