La autora chilena best seller publicó una novela que indaga en el asesinato de miles de “brujas” por el solo hecho de no seguir los patrones sociales establecidos. A través de su literatura, la escritora ha logrado ser la voz de adolescentes, jóvenes y adultas que encuentran en sus libros el refugio perfecto, una suerte de Taylor Swift de la literatura.
Radicada en Alemania, la autora chilena Dominique Clarke hace historia en Editorial Trayecto, posicionando desde abril sus tres libros dentro de los diez más vendidos.
“¿Son las mujeres juzgadas por sus acciones o por su mera existencia?”, es la premisa de su última novela titulada “Hogar de brujas” -le preceden “Mujer insurgente” y “No soy tu lolita”- que narra la aventura de Cecilia, una periodista que estudia en Ámsterdam y a través de una investigación desentierra la historia de sus antecesoras.
Un viaje entre los rincones más bárbaros de la historia y de cómo se sigue perpetuando el patriarcado en la actualidad. De pluma feminista, Dominique ha plasmado en el papel cómo la oscuridad del pasado sigue haciendo sombra en el presente. Su voz cercana le ha dado a sus lectoras refugio y representación en sus palabras.
Clarke demuestra una madurez descomunal a sus 24 años, pero sin perder la esencia vibrante de su juventud. Desde el viejo continente conversa con La Cuarta, y más allá de la destacada escritora que es, podemos ver también a una chica normal con sueños y convicciones, que disfruta de las amistades y de las letras desgarradoramente íntimas de Taylor Swift, quien por cierto, ha inspirado su trabajo.
Y aquí hay una conexión, tanto ella como la artista estadounidense y la protagonista de su nuevo libro, han sido juzgadas, por eso estas historias son tan necesarias de contar, y esta es la de la destacada autora.
“La promesa de equidad de género de los países desarrollados es inexistente”
- Dominique, ¿cómo nace la historia de “Hogar de brujas”?
Nace desde diferentes inquietudes y fuentes de inspiración. “Hogar de brujas” es la historia de esta periodista en Amsterdam y todas las cosas de la trama fueron elecciones. Por ejemplo, cuando conocí esta ciudad dije “acá quiero investigar y trabajar las problemáticas de género”, y hablar sobre el tema de la brujería, que se dio por toda Europa, pero Holanda tenía una parte importante de los orígenes de cómo se propagó el mito de la bruja y la cacería. Me parecían lugares cruciales para desenvolver la historia y desmitificar la promesa de equidad de género de los países desarrollados, que es inexistente. También quería ahondar en la temática de las brujas, que fue un genocidio por motivos de género. Hubo más de 60.000 mujeres asesinadas por sentencia de brujería y lo que tienen en común es que eran solteras o viudas, o tenían independencia económica; nunca se sentenció a una mujer dueña de casa, casada, obediente a sus “roles de género”.
- Algo que me llamó la atención del libro fue la portada, me recordó a la canción “The Man” de Taylor Swift.
Me halaga tu comentario, no lo había pensado, pero es verdad que en el videoclip de “The Man” hay un hombre haciendo manspreading en el metro, entre puras mujeres. Bueno, y justamente la portada fue porque quería a una mujer ocupando espacio, como un hombre lo hace, pero vestida como lo que se ve socializado para una mujer. Y lo curioso es que muchas personas me preguntan “¿por qué pusiste un hombre en la portada?”. Y después lo miran mejor y me dicen, “ah no, no es un hombre”.
“Muchas ideas de libros me han surgido escuchando su música”
- ¡De hecho, yo vi a un hombre! Volviendo a Taylor, por tus redes sociales se ve que te gusta mucho, ¿cuánto ha influido en tu trabajo?
Ha influenciado de muchas formas en mi obra: conocer las carreras de otras artistas mujeres, cómo se enfrentan al patriarcado, cómo han resurgido, cómo se desafían ellas mismas en su crear y en su arte. Y Taylor es una mujer que se ha visto enfrentada a mucho éxito pero también a mucho odio, y ha podido renacer con más arte. Hay muchas cosas que admiro de ella, también que cuestiono, pero poder seguir renaciendo con un mundo entero que está dispuesto a tener una opinión de ti y odiarte incluso abiertamente sin saber absolutamente nada de ti, es algo que ni siquiera me puedo imaginar. Muchas ideas de libros me han surgido escuchando su música, viendo un documental, escuchando alguna entrevista.
- Dominique, haz seguido una línea con tu narrativa, ¿cómo se conectan “Hogar de brujas” con tus otros libros, “No soy tu lolita” y “Mujer insurgente”?
¡Hay muchas formas en las que este libro se relacionan con mis otras publicaciones! No solamente en temática sino la forma en que fueron pensados, cuando empecé a escribir el segundo libro dije “vamos a conectarlos y a jugar con eso”. “Hogar de brujas” y “No soy tu lolita”, comparten un mundo ficticio, hay personajes que pueden existir por temporalidad y espacio. También he estado profundizando temáticas que abarco en los libros anteriores, “Hogar de brujas” es una forma más madura de hablar de las temáticas de “No soy tu lolita”, porque los personajes tienen edades diferentes. Sigo con la invisibilización de las mujeres en la historia, “No soy tu lolita” desde la literatura y “Hogar de brujas” desde el genocidio por motivos de género y el borrar a las mujeres de la historia. Es un tema gigante para seguir sacando a la luz, en “Mujer insurgente” hay cosas que había dejado porque no es ficción, y en “No soy tu lolita” dejé temas en pausa porque dije “esto necesita que me informe más”.
- Durante marzo y abril, tus tres libros han estado en el top 10 de Trayecto editorial en Chile. ¿Qué se siente al recibir estas noticias?
Me acuerdo cuando entré a la editorial con “Mujer Insurgente”, y veía la lista de los libros en el top 10 decía “ojalá que algún día ‘Mujer Insurgente’ llegue a venderse lo suficiente para siquiera estar ahí”. Y después llega a los best sellers, no me lo podía creer, y con “No soy tu Lolita” vuelve a pasar, decía “esto es mucha suerte”, porque es mi primer y mi segundo libro, llegué con la expectativa, lo soñaba, pero al ver los tres me quedé atónita, en mi vida pensé que tres de esos libros podrían ser escritos por mí. No esperas esto, no puedes parar de agradecer a las personas que te leen, que te escogen más de una vez, es algo precioso, gracias por resonar con esta historia, por sentirla conmigo, me alegro de que lo que sea que te haya provocado este libro, lo haya hecho.
- Hablando de esto mismo, ¿qué es lo más emocionante para ti cuando te escriben lectoras que se han identificado contigo y las historias que relatas?
Yo creo que esto es una experiencia agridulce, me da un poco de pena que haya tanta variedad de edad cuando me escriben las lectoras y que todas se encuentren vistas por el personaje, te rompe el corazón saber que hay cosas que no han cambiado, que se sigan dando situaciones de violencia de género, un problema tan intergeneracional, pero al mismo tiempo da mucha esperanza ver cómo se han empoderado, las historias que me cuentan mamás o mujeres que dicen “no voy a repetir estos patrones con mi hija”, ver ese cambio estructural es muy esperanzador. Yo escribo diciendo “esto es ficción”, siempre estoy un poco a ciegas cuando investigo, pero la herramienta de cambio está en todos, en seguir compartiendo nuestras historias, inspirarnos en las artes, es un proceso de retroalimentación, a mí las lectoras me inspiran mucho, todo está entrelazado.