El tenista austríaco, dirigido por el Nico, perdía 2-0 en la final del torneo gringo, pero con temple y los consejos del chileno dio vuelta el duelo y se quedó con el Grand Slam.
Massú decía que ninguna h... era imposible. Y vaya qué tenía razón. Ayer lo volvió a demostrar, pero por medio de su pupilo Dominic Thiem, quien venció a Alexander Zverev en cinco sets 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (6) en más de cuatro horas, quedándose con el US Open.
Al borde de la cancha, Massú vivió su propio duelo. Expresivo como siempre celebró cada punto del austriaco, quien cuando peor lo pasaba siempre buscaba la mirada del viñamarino, quien logró calmarlo, para que cerrará su primer Grand Slam, después de los fantasmas de tres finales perdidas.
A la historia
Massú también entra en la historia, ya que es el tercer chileno en ganar un grande como coach. Antes lo hicieron Juan Núñez con Arantxa Sánchez Vicario y su querido Pato Rodríguez junto a Andrés Gómez.