El profesional, que trabajaba en Palestino, contactaba a las jugadores mediante redes sociales y les ofrecía sus servicios gratis. Allí, las obligaba a permanecer en ropa interior y hacía lo posible por tocarlas.
Ignacio Montano Guerrero es uno de los nombres que, por estos días, se repite con insistencia en el Ministerio Público, luego de que siete jugadoras decidieron interponer una demanda en su contra en la fiscalía por abuso sexual.
Montano, kinesiólogo en la rama de fútbol femenino de Palestino, uno de los clubes más importantes de la categoría, gozaba de cierta fama en el medio, situación que le permitía acercarse a las futbolistas y ofrecerles tratamientos sin mucho más a cambio que publicidad.
En concreto, eran sesiones gratis y regalos que les ofrecía a través de Instagram. Así comienza esta triste historia, en la que el profesional escondía entre sus tratamientos sus verdaderas intenciones: abusar de ellas.
Natalia fue una de sus víctimas. Ese fue el nombre que escogió para el reportaje de Mega que reveló las prácticas de Montano. En sus palabras, el kinesiólogo "me falló en todos los sentidos".
"Palestino es un club grande que le da profesionalismo a sus jugadoras, entonces nunca me imaginé que iban a tener problemas así", explicó.
Y luego, detalló algunas de las prácticas del sujeto: "Tenía que estar en calzón y sostén toda la sesión. Y después siempre insistía en que tenía que hacer los ejercicios de pie sin el peto. Nunca accedí porque para mí era súper incómodo".
De acuerdo a su relato, Ignacio Montano llegó incluso a inventar un cuadro clínico falso para poder sacar provecho de la situación:
"Tratábamos una supuesta pubalgia que él me había dicho que tenía. Casi todas las sesiones fueron con guantes…, una no, que ahí yo me alerté y dejé de ir. Se trataba de que él tenía que introducir sus dedos dentro de mi vagina para sentir un músculo que hay", confesó Natalia.
En todo momento, el kinesiólogo de Palestino le explicaba, para tranquilizarla, que se trataba de un tratamiento innovador. Que otras jugadoras del plantel ya lo habían probado. De alguna forma, aseguraba su éxito.
Pero a Natalia seguía haciéndole ruido el método.
Más todavía cuando, en otra ocasión, Montano le solicitó que ingresara a una tina con hielo y luego que se sacara la ropa interior. Cuando la futbolista se negó, dice que el profesional intentó besarla, incluso forcejeando con ella.
Tras acudir a la consulta de otro kinesiólogo, Natalia recién pudo constatar que esa lesión, la supuesta pubalgia, nunca existió. Avergonzada, dolida, guardó silencio por todo este tiempo.
Otros casos
Denisse Silva fue otra de las víctimas que sacó la voz durante el reportaje. Allí, explicó que Montano la contactó por Instagram, ofreciéndole sesiones gratis a cambio de publicidad. Ella, hasta entonces, estaba encantada.
Pero de nuevo el kinesiólogo atacó:
"Íbamos a hacer una evaluación física y me pidió que me sacara la ropa", reveló Silva. "Le dije 'qué raro, nunca un kinesiólogo me ha pedido que me quede en ropa interior para hacer una evaluación física'".
Luego le siguió un masaje descontracturante en el que Montano aprovechó para tocar los glúteos de la futbolista. Fue recién entonces cuando Denisse Silva cayó. Meses después, sus sospechas se confirmaron tras encontrar una funa en contra del profesional de Palestino.
Como Natalia y Denisse hay otras cinco jugadores, en total siete, que sufrieron el acoso de Montano y, tras un largo silencio, decidieron denunciarlo. Algunas de ellas, cabe mencionar, son menores de edad.
El modus operandi se repite en varios de los casos: sesiones que realizaba gratis, donde les pedía quedarse en ropa interior, y un cuadro clínico falso, una pubalgia, que pretendía tratar tocando su zona genital.
"En este caso se han realizado una serie de diligencias junto con las víctimas a fin de poder tomar las decisiones procesales pertinentes", le dijo a Mega la fiscal jefa de Delitos Sexuales, Fiscalía Sur, Yazmín Salech.
Finalmente la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, sostuvo que "es obligación para todas las organizaciones deportivas adoptar este protocolo que obedece a una necesidad de que el deporte sea una actividad segura".
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